Te contaré la historia de Ángel, él es un niño de 6 años que vive con su mamá y hermano en un pueblo alejado de la ciudad que tiene condiciones de extrema pobreza. Todos los díasdebe recorrer muchos kilómetros para ir a la escuela.
Su hermano mayor, que estudia ciencias políticas en la universidad pública y trata de sacar adelante a su pequeña familia trabajando a medio tiempo, le dice un día:
-Muy pronto llegaré al gobierno y acabaré con la pobreza.
Con los ojos iluminados de esperanza, Ángel pregunta:
– ¿Lo dices en serio?
-Lo prometo- le responde hermano.
Tiempo después, el niño cumple 11 años. Su humilde pueblo ya no es lo que era antes. Ahora gozan de los servicios básicos, una escuela nueva, una bonita casa y su hermano lo visita en una lujosa camioneta muy a menudo, gracias a su nuevo trabajo.
– ¿Vamos de viaje a la capital? – le dice cierto día.
Junto a su mamá, suben a su auto y van rumbo al aeropuerto. Visitará la capital del país después de mucho tiempo y conocerá a los compañeros de trabajo de su hermano.
Pero cuando llegan, su sonrisa se desvanece. Observa casas en pésimo estado, edificios derruidos y filas enormes de personas buscando comida.
Llegan a un lujoso edificio en el centro, distinto a todos los demás, donde están muchos políticos elegantes con banderas del país.
Durante el gran banquete. El joven politólogo esta a punto de decir unas palabras, cuando Ángel, muerto de curiosidad, lo interrumpe en voz alta:
-Hermano… me dijiste que acabarías con la pobreza… pero al llegar toda la ciudad está llena de personas buscando comida. ¿Es que acaso me mentiste?
Se produce un silencio terrorífico en la mesa y todas las miradas apuntan al niño. El joven sonríe y se acerca susurrándole.
-No te mentí, hermanito…
De su bolsillo, saca su billetera y lo extiende mientras le dice:
-Acabé con la pobreza, ¡con nuestra pobreza!. Es exactamente lo que prometí.
Acto seguido, guarda la billetera y un confundido Ángel observa un dibujo extraño estampado en ella: un martillo y una hoz, cruzados junto a una pequeña estrella amarilla.
Finalmente, un hombre exclama:
-Felicidades al diputado más joven en la historia del partido comunista ¡Hasta la victoria siempre!
En campañas políticas y escandalosos discursos, los políticos socialistas prometen terminar con la ‘desigualdad’ . Con golpes en el pecho juran ‘luchar incansablemente contra la pobreza’. Sin embargo, este microrrelato, inspirado en hechos reales, nos puede mostrar qué realmente se esconde tras esas palabras y nos invita a reflexionar sobre la confianza que, muchas veces sin saberlo, depositamos en un caudillo tras escuchar esas vacías frases de esperanza. Cuando prometen obedecer al pueblo ¿A quién o quiénes se refieren exactamente? ¿Con qué ‘pobreza’ buscan terminar?
