Ayer fue 19 de marzo, aniversario de la promulgación de la primera Constitución Española, llamada popularmente: «la Pepa», un día especial para todos los liberales clásicos de Hispanoamérica.
También fue el inicio de la sexta edición del Foro Liberal de América Latina, de la mano de sus anfitriones y organizadores, los colegas del Partido Devolución, de Perú, pero esto no es casualidad, desde hace ya 5 años, los liberales clásicos unidos por las 5 Reformas (programa político continental de carácter ampliamente liberal clásico), celebran las ediciones anuales de los Foros en vísperas de esta fecha, debido a su relevancia ideológica.
Para empezar, un poco de historia…
La Constitución de Cádiz, «la Pepa», fue promulgada por las Cortes Generales Españolas reunidas extraordinariamente en Cádiz el 19 de marzo de 1812. Tiene una importancia histórica vital, puesto que es la primera Constitución política española, y además, poseía un significativo contenido liberal para su época.
Muchos creen que la idea liberal nació en el mundo anglosajón, y específicamente en el año 1776, mismo de la Independencia de EE.UU. y de la publicación de “La riqueza de las naciones”, una formidable exposición de Adam Smith contra el mercantilismo y a favor de la libertad económica. O en el año 1668, mismo de la “Gloriosa Revolución” en Inglaterra contra Jacobo II, que produjo la Declaración de Derechos de 1689. O en el año 1215 de la Carta Magna, una más antigua Declaración de Derechos que los nobles ingleses arrancaron al Rey Juan Sin Tierra.
Sin embargo, España tenía Declaraciones de Derechos entre 100 y 200 años antes, en sus “Fueros”, tal como lo describe el insigne profesor Alberto Benegas-Lynch (h); entre otros los de León en 1020, de Burgos en 1073, de Toledo en 1085, y de Zaragoza en 1115. Para aquel entonces los derechos de los ciudadanos eran concebidos y declarados como prohibiciones expresas a los reyes y gobernantes, único medio para limitar sus atribuciones y poderes. La idea era evidente y estaba bien plantada en los autores de la Escuela de Salamanca.
Y el año 1812, cuando las Cortes de Cádiz promulgan la Constitución, lo hicieron con firmes límites a los poderes políticos, es por eso que en reemplazo del término “whig” usado hasta entonces, el mundo anglosajón adoptó el término “liberal”, que se popularizó y se globalizó. Pero en el s. XX los socialistas anglosajones les secuestraron la palabra, y se apropiaron de ella hasta hoy en día.
Primeras impresiones del VI Foro Liberal de América Latina
Siendo así que nosotros, los liberales clásicos, decidimos celebrar nuestras ediciones anuales para designar al nuevo Presidente del Foro, replantear nuestra narrativa por medio de un análisis panorámico de la situación actual, y también, darnos a conocer en aras de sumar esfuerzos.
Esta es la primera vez que participo en un evento como este, cabe resaltar que me siento enormemente feliz y satisfecho con los resultados obtenidos hasta ahora, pues aún no termina nuestra actividad, mientras redacto estas líneas, mis colegas se preparan para la clausura del evento, y estoy seguro que terminará tan bien como comenzó.
Tuve el honor de presentar una ponencia a la cual titulé “Crítica y Reforma al Sistema Educativo”, de la cual escribiré en otro artículo. A través de mi participación pude confirmar dos cosas:
- Los liberales clásicos, cuando nos unimos y trabajamos ordenadamente, podemos obtener excelentes resultados en pro de nuestros fines y objetivos.
- El Foro Liberal de América Latina es la única organización de signo liberal y de derechas que no levanta polvo, sino que más bien levanta piedras, a diferencia de muchos “influencers” que con sus acalorados “debates” y extensas conferencias, adormecen los sentidos de las personas que se sienten identificados con nuestras ideas, separándolos de la tan vital acción política.
De este modo y por medio del VI Foro, los miembros pertenecientes a la organización, reafirmamos nuestro compromiso por llevar a cabo el proyecto de “La Gran Devolución”, que incluye la implementación de las “5 Reformas”, en toda nuestra América, y así, expulsar del poder definitivamente a las izquierdas, y a cualquier forma de estatismo de nuestros países, teniendo en cuenta siempre que para conservar nuestra libertad, es indispensable mantener limitado al gobierno, tal como lo afirmaba Jefferson en su célebre frase:
“El precio de la libertad es su eterna vigilancia”
-Thomas Jefferson-
Llegado a este punto, estimados lectores, les pido encarecidamente que se mantengan en contacto con nosotros, lo del Foro Liberal, pues hoy, 20 de marzo, daremos clausura a este gran evento. Los dejo a la expectativa y hasta un siguiente artículo.
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