En el escenario actual, lleno de discusiones sobre libertades políticas y económicas, frecuentemente ignoramos una dimensión crucial: la libertad de nuestra propia mente. Jacobo Grinberg-Zylberbaum, científico mexicano, estableció este límite con su innovadora Teoría Sintérgica, un esquema conceptual que fusiona neurociencia, física cuántica y tradiciones chamánicas. Este artículo examina cómo sus hallazgos brindan recursos útiles para aquellos que aspiran a ampliar no solo sus libertades externas, sino también su independencia cognitiva. Sugerimos que la filosofía de Grinberg representa una ampliación natural del liberalismo hacia el ámbito de la conciencia y sus posibles dimensiones desconocidas.
Libertad Radical: Más Allá del Cerebro
Jacobo Grinberg destacó como un neurocientífico cuyas ideas trascendieron los paradigmas tradicionales del estudio de la mente. Sus estudios propusieron una teoría innovadora que sostiene que la auténtica libertad humana se inicia al vencer los condicionamientos biológicos y culturales que restringen nuestro potencial cognitivo. Este enfoque tiene un profundo vínculo con el pensamiento liberal, que históricamente ha promovido la autonomía personal en varios contextos sociales y económicos.
Dentro del marco del liberalismo tradicional, que promueve la liberalización de los mercados y la disminución de interferencias externas, Grinberg expande esta perspectiva al proponer que el primer espacio que necesita ser liberado es el de las ideas en nuestra propia mente. Esta visión establece un paralelismo relevante entre las libertades externas y la importancia de fomentar una libertad interna de igual relevancia.
Los Condicionamientos Mentales y Sus Alternativas
El estudio de Grinberg detectó de manera sistemática tres formas fundamentales de condicionamiento que limitan nuestra habilidad para disfrutar de una verdadera libertad mental.
El primero de estos es el determinismo biológico, expresado automáticamente por el cerebro que incluye costumbres profundas y sesgos cognitivos que configuran nuestra percepción, una comprensión incompleta de la misma. Como solución a este límite, el método sinérgico indica una práctica de meditación constante como un cambio en las neuronas para el cambio y la reestructuración de las neuronas.
El segundo condicionamiento proviene de un contexto cultural en el que las funciones del sistema educativo y los medios de comunicación grandes, como los reguladores, determinan qué tipos de pensamientos son aceptables y cuáles son relajadas. Ante este panorama, un estudio de los estados de conciencia cambiantes de Grinberg, inspirado en la práctica chamánica, como una estrategia para descolonizar la mente de la cultura dominante que limita su crecimiento.
El tercer factor restrictivo reside en la propia estructura del lenguaje, que establece categorías conceptuales con las que entendemos la realidad. Los términos e ideas heredados culturalmente determinan lo que percibimos como “normal” o “posible”, estableciendo límites invisibles al razonamiento. Como opción, Grinberg apreciaba la práctica del silencio contemplativo como un medio para acceder a formas de saber que superan las restricciones lingüísticas convencionales.
Investigaciones Innovadoras en el Campo de la Conciencia
Durante su trayectoria académica, Grinberg registró sucesos que cuestionaron los paradigmas científicos preestablecidos. Sus investigaciones indicaron que los cerebros de personas en estados de meditación intensa pueden presentar formas de sincronización que apuntan a posibles procesos neurológicos que se originan en experiencias de vinculación interpersonal. Igualmente, sus investigaciones acerca de los chamanes mexicanos mostraron cómo estos practicantes adquieren la habilidad de cambiar de manera significativa su percepción de la realidad a través de técnicas particulares de modificación de la conciencia.
Un elemento especialmente significativo de sus descubrimientos es la documentación de cómo la percepción personal del espacio-tiempo puede fluctuar significativamente dependiendo del estado de conciencia del observador. Estas observaciones encuentran resonancia en el pensamiento de Friedrich Hayek, quien en su obra La Fatal Arrogancia (1988) advirtió: ‘El orden más eficaz surge cuando permitimos que los individuos desplieguen su conocimiento tácito, sin la pretensión de que una mente central pueda dirigirlo’. Grinberg lleva este principio al ámbito neurocognitivo: así como Hayek defendió la libre interacción en el mercado, la sintérgica propone que la verdadera creatividad mental emerge cuando liberamos al cerebro de dogmas y controles externos
La Autonomía Mental en un Mundo Interconectado
Además de cómo algunas tendencias políticas intentan guiar y organizar la economía, Grinberg notó que varios sistemas institucionales tienen un impacto estructurado en nuestros patrones de pensamiento. Por ejemplo, los sistemas educativos tradicionales pueden inadvertidamente restringir la creatividad natural al dar preferencia a determinados tipos de inteligencia por encima de otros. Por otro lado, los medios de comunicación ofrecen narrativas particulares que configuran nuestra percepción colectiva de la realidad, mientras que las plataformas digitales actuales luchan intensamente por atraer y guiar nuestra atención.
En respuesta a estos condicionamientos, la teoría sintérgica de Grinberg sugiere la creación de una auténtica autonomía cognitiva, en la que cada persona retoma la soberanía sobre sus procesos mentales. Esta perspectiva promueve la coexistencia de varios paradigmas de explicación de la realidad, en vez de adherirse de manera dogmática a un solo modelo. Dicha propuesta concluye defendiendo una verdadera libertad de pensamiento, en la que ninguna ideología específica sea establecida como la única válida o aceptada.
Hacia una Mayor Autodeterminación de la Conciencia
La herencia intelectual de Grinberg nos motiva a iniciar un proceso de cambio personal de tres fases. Primero, nos insta a reevaluar de forma crítica nuestros patrones de pensamiento habituales, reconociendo aquellos que funcionan de forma automática e inconsciente. En segundo término, sugiere cultivar la habilidad para administrar conscientemente nuestra atención, considerándola como un recurso valioso que está constantemente sujeto a diversas exigencias externas. En última instancia, propone la relevancia de conocer varias tecnologías de conciencia, desde la meditación convencional hasta técnicas modernas de biofeedback.
Grinberg condensó esta perspectiva en su intrigante declaración de que “el más allá de la libertad no es político: es neurofisiológico”, insinuando que los cambios sociales más significativos deben iniciarse necesariamente con el desarrollo de nuestras habilidades perceptivas y cognitivas. Esta visión complementa de manera significativa los planteamientos convencionales del liberalismo al recordarnos que, finalmente, la libertad externa se basa en nuestra habilidad para fomentar estados de conciencia libres de condicionamientos internos.
FUENTES:
Grinberg, J. (1988). La Teoría Sintérgica. INP.
Hayek, F. (1952). The Sensory Order