En diferentes países de Latinoamérica, el poder político se ha convertido en un espacio donde el mérito, el esfuerzo y la formación profesional quedan de lado frente a ser parte de un partido político y la obediencia de la ideología. En lugar de fomentar una cultura de excelencia y compromiso, el control que ejercen los gobiernos solo favorece a estructuras en las que la mediocridad y la lealtad ideológica prevalecen sobre la competencia y el profesionalismo. Estas prácticas no sólo desincentivan los logros personales y el desarrollo profesional, sino que también crean un sistema de dependencia a través de la propaganda que viralizan estos partidos políticos.
Por la polarización en la que nos encontramos, la ideología partidaria se ha impuesto sobre el mérito como un sistema de control. En épocas anteriores, la capacidad y el esfuerzo personal eran valores primordiales en cualquier sociedad que aspiraba la transformación de su País. Sin embargo, en sistemas donde el control ideológico tiene prioridad, el mérito es percibido como una amenaza. Estos gobiernos promueven una estructura en la que el éxito personal es secundario y el ser parte de un partido político se convierte en el único camino hacia posiciones de influencia y poder. En lugar de permitir que personas competentes, autónomas y motivadas prosperen, el sistema establece que el éxito depende de tener un color político adecuado, reemplazando el mérito por la lealtad. De esta forma se trata de justificar esta desvalorización del mérito y del profesionalismo, los gobiernos de control crean una narrativa de dependencia en la que el gobernante se presenta como el “Súper héroe” capaz de resolver todos los problemas y atender todas las necesidades. La propaganda refuerza esta idea, haciendo creer a la ciudadanía de que no se requiere preparación o habilidades específicas para liderar y de que solo el gobierno es necesario para alcanzar el desarrollo. Así, se perpetúa una cultura en la que el esfuerzo personal y el mérito individual pierden importancia.
Estas políticas tienen un impacto directo en la juventud, que percibe que el esfuerzo y la formación no son los factores que determinarán su ÉXITO. Cuando el avance social se basa en ser parte de un partido político y seguir una ideología. De esta manera la motivación para prepararse y destacarse por méritos propios se ve disminuida. A medida que el sistema premia la lealtad sobre la competencia, las nuevas generaciones dejan de invertir en su desarrollo profesional y se enfocan en la servidumbre como método de crecimiento, que en algunos casos va más allá de lo moral. Este ciclo crea una sociedad desmotivada y limita el progreso de la nación en su conjunto. Por estos sistemas de control, en la educación los jóvenes del siglo XXI ya no ven necesario ser excelentes o lograr por sus propios méritos ser grandes profesionales.
El peligro de una mediocridad sistémica se hace evidente en una sociedad que valora la mediocridad y desprecia el mérito profesional, por tal motivo ahora nos enfrentamos a un grave riesgo de estancamiento. Sin líderes preparados y profesionales competentes, las instancias nacionales como la salud, la educación y la justicia comienzan a deteriorarse, perdiendo credibilidad y efectividad; más aún por los actos de corrupción.
La falta de estímulo para el desarrollo profesional y el pensamiento independiente crea un ciclo de dependencia en el que la ciudadanía ya no aspira a superarse porque el sistema no le da incentivos para ello.
La subordinación del mérito a la lealtad ideológica es una estrategia eficaz para consolidar el control político, pero resulta devastadora para el desarrollo de una nación. Estos gobiernos, en su afán de sostener su poder, sacrifican el talento, desincentivan la competencia y promueven una cultura de mediocridad que sofoca el potencial de los individuos. Solo una sociedad que valore nuevamente el mérito, la competencia y el esfuerzo, puede aspirar a un crecimiento auténtico y sostenible. En última instancia, la verdadera fortaleza de un País reside en la capacidad y en la motivación de sus ciudadanos, no en la propaganda.
Bibliografía
- Hayek, F. A. (2021). Camino de servidumbre (pp. 209-222). Unión Editorial Argentina.
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- Redalyc. (2013). El impacto de las políticas públicas en la educación: Un análisis crítico. Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal. Recuperado de https://www.redalyc.org/journal/3871/387171320001/html/