El orden del discurso focaultiano en la novela Dos Veces Junio de Martin Kohan

Publicado en

Por: Fabricio Doldán

País: Argentina

Foucault (1996) entiende que la comunicación y el intercambio se desarrollan al interior de sistemas complejos de restricción, no pudiendo funcionar al exterior de ellos. La principal forma que toman estos sistemas de restricción es el ritual, que define lo cualitativo de los individuos hablantes: “define los gestos, los comportamientos, las circunstancias, y todo el conjunto de signos que deben acompañar el discurso” (Foucault, 1996, p.34). Además, fija el efecto que provocan las palabras sobre a los cuales se dirigen, su valor coactivo. Como rituales, tienen lugar los discursos religiosos, judiciales, terapéuticos, políticos, etc. Es así que los rituales funcionan como una puesta en escena que determina papeles convencionales y propiedades singulares de los individuos que hablan. En la novela, el ritual militar se puede apreciar en las emociones que tienen los padres del protagonista al enterarse que su hijo fue seleccionado para el servicio militar. El padre “se sentía muy orgulloso” y su madre dijo “¡Mi soldadito!” (Kohan, 2018, p.10) emocionada. Relaciono esto con presuntos sentimientos patriotas que genera el servicio militar, que define modos de ”ser argentino” y de “servir a la patria” orgullosamente, y no como un sistema que restringe la libertad individual y obliga a pertenecer a él. En suma, el ritual lo observo en la puesta en escena del orgullo argentino patriótico a la hora de que la radio anunciara el número del protagonista. Además, el hijo del doctor Mesiano, niño que va al secundario, admira al protagonista por el mero hecho de ser soldado: “creía que, en el caso de que hubiese una guerra, yo podía ser un héroe, y él no”. (Kohan. 2018, p.18).

El concepto de voluntad de verdad se refiere a aquellos discursos que hegemonizan y someten a los demás discursos, ante la idea de un “discurso verdadero”, una verdad universal. Este discurso es pronunciado por quién tiene el derecho y el poder, según el ritual requerido. Foucault (1996) afirma y sintetiza: “esta voluntad de verdad basada en un soporte y una distribución institucional, tiende a ejercer sobre los otros discursos (…) una especie de presión y como un poder de coacción.” (p.18). Esta voluntad de verdad, por otro lado, se apoya en un soporte institucional que se manifiesta en pedagogías, sistemas de libros, ediciones, laboratorios, etc. Además, la voluntad de verdad es acompañada por la naturaleza del saber en una sociedad: el saber es valorizado, distribuido, repartido y atribuido en una sociedad. Esto lo visualizo en las reglas generales a modo de máximas que enuncia el padre del protagonista acerca del quehacer y ser militar: el superior siempre tiene razón; en el servicio militar conviene nunca saber nada; “al pedo, pero temprano”; etc. Estas reglas se configuran como el discurso culturalmente entendido como verdadero, son distribuidas en el saber social y son apoyadas en el soporte institucional militar. Otro discurso verdadero es el discurso del doctor Mesiano, que reza que “en la vida (…) todo es cuestión de método” (Kohan, 2018, p.30).

Foucault (1996) entiende que el orden del discurso es controlado por procedimientos externos y procedimientos internos. Dentro del primer grupo se encuentra la separación y el rechazo, la prohibición y la voluntad de verdad. La separación y el rechazo refiere al principio de exclusión que separa y rechaza a determinados discursos por su nula legitimación ante el discurso hegemonizante. Es así que ciertos discursos poseen una palabra nula y sin valor, no siendo verdaderos ni importantes. Por ejemplo, los discursos que nacen de militares que poseen superiores. Estos no son tenidos en cuenta y son censurados. El subordinado dice “yo no tenía ningún derecho a corregir a un superior, fuese quien fuese, (…) porque yo en ese lugar no era un superior, era un subordinado” (Kohan, 2018, p.10). El padre del protagonista agrega: “el superior siempre tiene razón, y más aún cuando no la tiene” (Kohan, 2018, p.10). El protagonista, además, llega a considerar que efectivamente estaba en falta para con su superior: “pensé en borrar el trazo que había agregado a la frase escrita en el cuaderno, para que las cosas quedaran como estaban antes”. Aquí observo que la ilegitimidad del discurso del subordinado también es interiorizada por este mismo. Otro discurso ilegítimo es el de la infancia: “el problema de la infancia (…) no se sabe nunca si lo que dicen no lo están inventando” (Kohan, 2018, p.19). La prohibición, por su parte, es un principio de exclusión que prohíbe y vuelve tabú a ciertos discursos. Uno no puede decirlo todo, ni se puede hablar de todo, sino que existen discursos legítimos de los que se puede hablar y discursos prohibidos. 

Dentro de los procedimientos internos al orden del discurso encontramos al comentario, al autor y a las disciplinas, me concentraré en las últimas. Las disciplinas son un principio de limitación construido a partir de la sistematización de reglas compuestas por verdades y falsedades. Las disciplinas posibilitan así la formulación y reformulación de proposiciones que conforman un “sistema anónimo a disposición de quien quiera o de quien pueda servirse de él” (Foucault, 1996, p.27). En una palabra, la disciplina controla la producción del discurso, disciplina, valga la redundancia, la producción del discurso. Esto lo puedo visualizar en la represión y ausencia de “lo sentimental” en el protagonista al volverse soldado: “Todo lo sentimental me ha resultado siempre despreciable. Tanto más durante aquel año en el que fui soldado: un año transcurrido entre las armas y los hombres” (Kohan, 2018, p.35). Esta ausencia de sentimientos, entendidos como banales, lo asocio al convencional e impuesto ethos militar, que reprime emociones y liga únicamente al soldado a aspectos violentos, duros, terrenales y meramente cerebrales. 

Bibliografía:

Foucault, M. (1996). El orden del discurso, Madrid, La Piqueta. 

Kohan, M. (2018). Dos veces junio, Buenos Aires, Debolsillo. 


Fabricio Paul Doldán es un estudiante argentino nacido en el año 2001. Actualmente se encuentra estudiando la Licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) y el Profesorado de Lengua y Literatura en el Instituto Superior de Formación Docente Nº19 (ISFD19). Por otro lado, se encuentra también realizando la Diplomatura en Psicopolítica y Transhumanismo de la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Además de sus compromisos académicos, es un proactivo lector de la historia política y económica, como así también de la literatura canónica en sus diferentes períodos.

La presente publicación no corresponde necesariamente al pensamiento de Estudiantes por la libertad sino exclusivamente al autor señalado.

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