El oligopolio del transporte Cruceño
La ciudad, al igual que un organismo vivo, está compuesta por múltiples sistemas que se sobreponen, interconectan y entrelazan en formas infinitamente complejas. Cada uno de estos sistemas tiene un impacto severo en el funcionamiento de los demás y no puede ser calculado en aislación, por lo que para hacer un correcto análisis es necesario tomar en cuenta todos los factores involucrados. Ahí terminan las similitudes con un organismo, ya que en la ciudad hablamos de personas, individuos únicos con preferencias, experiencias y roles subjetivos, que no pueden ser analizados en su totalidad y se deben hacer estimados o acercamientos estadísticos. En el caso cruceño, las decisiones estatales parecen un trabajo que se acerca más a la adivinación.
Adolfo Urquizo. Coordinador Regional para Los Andes de Eslibertad. |
El transporte urbano, enfocándonos en el transporte de servicio público, impacta en el desempeño económico, social y cultural de la región a la cual sirve y debido a esto se tiene la noción de que el mismo debe caer en manos de la planificación del estado. Lo que los planificadores (del estado y la academia) aparentemente ignoran, es que un servicio no mejora por decreto, por la cantidad de estudios previos ni por muy buenas que sean sus intenciones, si no por el proceso de competencia e innovación empresarial entre múltiples proveedores tratando de ofrecer un mejor servicio a un precio más bajo. Sin embargo, seguimos viendo en medios y redes a especialistas y amateurs tratando de explicar porque su sistema es mejor o señalando errores en otros. Después de todo los planificadores pueden cambiar pero el plan es siempre el mismo, dictar sobre el comportamiento de la sociedad.
Tal es el sesgo estatista, que en la reciente controversia el debate se ha centrado en el plan del gobierno municipal, o la ausencia de este, para el transporte en el municipio y no así en la falla fundamental en la provisión de este servicio, el monopolio en el transporte cruceño. Más precisamente el oligopolio, sostenido claro por el estado en su rama local. Como L. von Mises ya lo demostraba hace más de 60 años1 los monopolios no son el resultado del funcionamiento libre de la economía, si no de las acciones llevadas a cabo por parte de los gobiernos, quienes intencionalmente o no, benefician y protegen de la competencia a agentes específicos de la economía quienes ganan control sobre el espacio regulado. Es este el caso de los operadores del transporte público, quienes a través de las concesiones del estado tienen secuestradas las rutas para la circulación transporte, que valga notar también están definidas por el gobierno municipal.
Si bien la formación de un cártel en el transporte cruceño quedaba demostrada en múltiples paralizaciones del servicio y bloqueos a la ciudad2,3,4, la influencia de este oligopolio toma notoriedad con la implementación del BRT por parte de la alcaldía y la Ley Municipal de Movilidad Urbana, en la que discretamente se pretende dar un respaldo legal a los privilegios de los sindicatos sobre el resto de la ciudadanía en clara colusión con el estado5.
Mientras los ‘expertos’ se rasgan las vestiduras buscando en vano el plan de movilidad perfecto, los usuarios continuamos siendo víctimas de la violencia sindical en sus marchas, paros, bloqueos, y servicio peligroso e ineficiente. Al mismo tiempo se dejan pasar atentados contra nuestras libertades individuales como son la Ley 1108 de Movilidad Urbana del 12 de abril, donde se regulan desde los servicios de entrega puerta a puerta hasta las bicicletas. Siendo esta ley una completa muestra de totalitarismo, ya que aparentemente nadie necesita transporte hasta que el GAMSCS así lo certifique6 y de ignorancia absoluta de economía y cuatro mil años de evidencia empírica7 pretendiendo avanzar en el control de precio8.
No hace falta hacer una revisión histórica de planes fallidos para adelantar que el sistema de BRT no solo no mejorará el sistema de transporte, si no que representará un gasto elevado e insulso de campaña política. Mientras la única solución al transporte público pasa por la apertura del sistema a operadores independientes, permitir la innovación sin regulación burocrática, eliminar la exclusividad de los sindicatos y dejar de jugar a ser ingenieros sociales con la vida de las personas.
Referencias
- von Mises, La acción humana: tratado de economía. (1949)
- ANF, 7.000 micros bloquearon calles y avenida en Santa Cruz. (11/2007)
- Los Tiempos, Choferes bloquean vías de acceso a Santa Cruz. (05/2015)
- EL Deber, Micreros anuncian más bloqueos desde la próxima semana. (06/2018)
- El Deber, Concejales aprueban cambios en la Ley de Movilidad Urbana. (05/2019)
- Ley Autonómica Municipal GAMSCS N1108. Art 42, inciso e) Se reserva la certificación de la demanda. (12/04/2019)
- Schuettinger, 4000 años de control de precios y salarios. Cómo no combatir la inflación. (1979)
- Ley Autonómica Municipal GAMSCS N1108. Capitulo VII Tarifas. (12/04/2019)
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