En los últimos días la política ecuatoriana gira en torno a una incertidumbre debido a las reacciones de distintos grupos en materia económica, citando algunos ejemplos, aquellos que exigen el regreso del subsidio a los combustibles, las múltiples protestas en el sector bananero y arrocero, y los reclamos salariales de parte de los maestros en el sector educativo. Muchas exigencias, pero desde esos grupos no se dan soluciones sustentables.

Quiero hacer énfasis en la sustentabilidad de las arcas fiscales del gobierno, pues si bien es cierto, todos estarían satisfechos si se les diera todas sus exigencias y seguramente muchos dirían que por aumentar el gasto público y satisfacer todas las exigencias, este gobierno sería el más perfecto de la historia. La realidad es que se está muy lejos de la posibilidad de satisfacer todas las exigencias, por lo que Ecuador debe dejar de lado el pensamiento cortoplacista que tanto afecta a las generaciones futuras.

Iniciemos entonces por hablar sobre los combustibles, ya se habló desde hace tiempo que el subsidio a los combustibles era inviable, favorecía a sectores que no necesitaban ser favorecidos en realidad, por ejemplo a personas con suficiente solvencia económica (que por lo general siempre tienen carro propio y no necesariamente uno antiguo) y que también fue aprovechado por el contrabando debido a que el subsidio no era focalizado. Es incoherente subsidiar algo que no beneficia a la mayoría de los ecuatorianos, sin embargo, con las propuestas de focalización para el sector transportista, podríamos considerar que este subsidio reduciría el impacto negativo del subsidio para todos. Además de la paradoja de que los grupos que protegen el medio ambiente y que se muestran contrarios a la explotación de los recursos naturales promuevan un subsidio hacia los combustibles, parece más bien un acto de reclamar por lo mismo de siempre sin entender la estructura económica real del país.

Recordemos además que los precios de los combustibles no suben o bajan por antojo del gobierno, estos se encuentran sujetos a la fluctuación de los precios internacionales de los combustibles y el crudo, dicho de forma sencilla, respetan las leyes de oferta y demanda, y lo que realiza el gobierno es un sistema de bandas de +/-5% para el caso de la gasolina Extra y Extra con etanol y de +/-3% para el caso del Diesel 2 y Premium (Precios de Combustibles, 2021), para que en caso de movimientos bruscos en el mercado no se sientan de tal forma en el mes los cuales rigen desde el 12 de cada mes hasta el 11 del mes siguiente. Y sin olvidar, que los precios (en USD/galón) en terminal y sin IVA son siempre inferiores al precio de venta al público en los surtidores .

Para complementar aún más el tema, decir que el sistema de bandas permite un incremento alarmante en los precios de los demás bienes y servicios es absolutamente refutable, según datos del INEC la inflación anual de precios al consumidor (IPC) es del 0,45% para el último mes de análisis (Julio) y varios de los productos importantes de consumo básico incluso presentaron deflación como puede ser el caso del arroz que presentó una caída de 7,95% en su precio, o la harina de trigo, la cual cayó en un 11,74%, la clase de carnes dentro del registro del INEC presentó una reducción de 2,38%, la clase de frutas presentó deflación de 2,26%, las legumbres-hortalizas una reducción de 7,03% (Índice De Precios Al Consumidor, 2021). Se podría pensar que únicamente estoy presentando los ejemplos que conviene dar, sin embargo, se puede verificar esto en la propia data que ofrece el INEC, y caer en cuenta que si el IPC presentó variación anual del 0,45% responde más bien a la inflación en productos relacionados a la salud (por obvias razones de la situación de pandemia), bebidas alcohólicas y muebles.

Para cerrar el tema de los combustibles y ligarlo a los posteriores, también tenemos que tomar en cuenta la intención del gobierno actual de impulsar la participación del sector privado en la producción petrolera, lo cual seguramente traerá beneficios para Ecuador en este campo, a través de la innovación y mejora de la productividad se encontrarán mejores días, no mediante la paralización y la destrucción.

Lex Guillermo Campuzano Proaño | Estudiante de Economía | Coordinador Local de Estudiantes por la Libertad

Pasemos entonces a conversar levemente sobre lo que se ve en el sector bananero, y me gustaría generalizar esto a gran parte del sector agricultor del Ecuador, cuya máxima principal ha sido la fijación de precios o los subsidios a la agricultura, sin duda hablar de fijación de precios es peligroso, distorsiona la situación real del mercado, pero, puedo entender que el sector se ha visto de cierta forma abandonado y muy afectado por la competencia regional.

La situación del agricultor ecuatoriano no se resolverá con más fijación de precios ni subsidios, sino mediante políticas públicas orientadas a mejorar la cadena productiva, las cuales den los incentivos necesarios para permitir la innovación en los procesos e incorporación de maquinaria moderna con la cual se pueda reducir los costos de producción y competir con el nivel regional, permitiendo no sólo reducción de precios para el consumidor, sino que mediante la reducción de los costos, los productores puedan seguir percibiendo ganancias que los incentiven a continuar en el sector.

También es importante aclarar que actualmente rige una ley que establece el precio oficial de la caja de banano 22XU (18,14 kg) en $6,25, por tanto se espera que se haga cumplir dicha ley combatiendo de momento aquellos grupos que comercializan por debajo del valor o que exigen el producto a cambio de valores inferiores; sin embargo me gustaría aclarar que esta fijación de precios debería considerarse transitoria y que en el futuro sería ideal que la industria sea menos dependiente de medidas proteccionistas mediante la aplicación de las técnicas previamente descritas.

Finalizamos entonces con el tema de los salarios de los maestros lo cual se trata en la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), del cual hablaré de forma rápida ya que se encuentra en pleno debate debido a su gran complicación fiscal, hay que reconocer que el derecho a la educación y mantener a los maestros con mejores condiciones laborales es algo en lo que seguro todos estaríamos de acuerdo, sin embargo, la coyuntura económica no hace viable subir salarios, cuando es evidente que existen problemas de sostenibilidad fiscal; por ende, creo yo que el papel de los maestros actualmente es ser pacientes, suena complicado, todos necesitamos llevar el alimento a la mesa, pero recordemos que la mesa no quedó servida para el Ecuador y a esto le tuvimos que sumar la crisis debido al COVID-19, por lo que la recuperación económica será gradual y si hacemos las cosas bien la situación del sector educativo mejorará. Los maestros, así como trabajadores de todos los rubros, han incurrido en gastos extraordinarios por la pandemia y seguramente se verán compensados en su momento si es que se aplican las políticas correctas.

Ecuador actualmente debe evitar caer en el caos o la desinformación, ya que las perspectivas internacionales son optimistas con el país, así que es cuestión de sentarse a dialogar y que ambas partes, tanto el gobierno como los diferentes sectores involucrados entiendan estas cuestiones en el contexto actual económico y social, para de forma conjunta trabajen en el bien del Ecuador y que estos progresos sean sostenibles en el tiempo con medidas estructurales que permitan cumplir con estos propósitos.

Referencias


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