Muchas escuelas de pensamiento económico han intentado explicar la razón de los ciclos económicos. Sin embargo, la mayoría fallan o son incongruentes en alguna parte de su teoría. Muchas simplemente no son respaldadas por la evidencia y otras son difícilmente explicables. Por ejemplo, Keynes decía que el ciclo económico empezaba por un exceso de optimismo que llevaba a la especulación financiera. Siendo este optimismo exacerbado, conocido como instinto animal o animal spirits, algún tipo de fuerza psicología indomable que lleva a los empresarios a tomar decisiones irracionales colectivamente.
La única escuela que ha sido capaz de explicar e incluso predecir ciclos económicos y crisis como la gran depresión o la burbuja inmobiliaria de 2008 ha sido la Escuela Austriaca de economía y sus exponentes como Mises, Hayek o Jesús Huerta de Soto.
La teoría austriaca del ciclo de negocios explica que estos empiezan con una inyección de crédito artificial creado por los bancos, que en última instancia son ayudados por el banco central. Esta expansión crediticia genera una baja en la tasa de interés (el precio del endeudamiento). -Recordemos que los precios son señales que indican a los agentes como deben actuar, por lo que estos siempre deben ser libres-. Estas distorsiones en la economía llevan a los empresarios a emprender distintos proyectos de inversión a largo plazo (en bienes de capital) y la inversión crece sin sustentarse en ahorro real. Esto termina generando que no haya recursos suficientes para todos los proyectos de inversión que se comienzan en un principio y todos esos proyectos terminen liquidándose antes de terminar, derrochando así montones de recursos. Se puede decir que la política monetaria engaña a los agentes, haciéndoles creer que había más ahorro disponible del que verdaderamente había. Para cuando la mentira se descubre ya es demasiado tarde.
Dice Adrián Ravier: “En la medida que los bancos, o el Banco Central, expanden el crédito y bajan la tasa de interés por debajo del nivel de equilibro vamos a tener inversiones que bajo la tasa de interés natural o de mercado no se hubieran generado. La tasa de interés más baja provocada por la política monetaria abre un proceso de malas inversiones que generan un auge y cuando esa tasa de interés no se puede sostener en el tiempo porque no hay ahorros que lo justifiquen, finalmente la tasa de interés sube y esa mala inversión se liquida y entonces tenemos una fase de crisis y depresión”.
Las crisis como estas son precedidas por un momento de auge (boom) que terminan posteriormente acarreando la depresión (bust), la cual es la forma a través de la cuál el mercado sanea todos los errores generados por la intervención de gobiernos y bancos centrales.
Como explica Axel Kaiser en su libro “La miseria del intervencionismo”, lo que el mundo necesita para evitar estos ciclos económicos y depresiones que solo empobrecen a la sociedad es auténtico capitalismo. En mi próximo articulo explicaré por qué.
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