Por: Luis Gustavo Cuellar
País: Bolivia
En la arena política de América Latina, ha surgido una tendencia: la emulación de
figuras como Javier Milei, el controvertido economista y político argentino conocido por
su estilo disruptivo y sus ideas liberales.
Sin embargo, la simple imitación de su retórica o su apariencia no garantiza el tipo de
cambio real y significativo que muchos aspiran a lograr en la región. Más bien, la
verdadera transformación requiere un compromiso profundo con el voluntariado
político, la formación intelectual y el debate de ideas a través de todos los aspectos
fundamentales que la sociedad en su conjunto considereconjunto, considere
relevantes.
Si bien es comprensible que muchos observen el ascenso de Milei y busquen replicar
su éxito, es crucial comprender que su influencia no surgió de la nada ni se logró de la
noche a la mañana. Milei es el resultado de años de dedicación y estudio en el campo
de la economía y la política, así como de su participación activa en diversos espacios
de debate y análisis. Su ascenso no fue fortuito, sino el resultado de un arduo trabajo y
una profunda comprensión de los temas que él abordael aborda.
Véase el caso de Bolivia, Desde aproximadamente el año 2018 Estudiantes por la
Libertad, prestigiosa organización de la cual tengo el privilegio de ser miembro, tomó un
rol fundamental en el mercado de voluntariado, coordinación de eventos, proyectos y liderazgo académico relevante en el país. Y en innumerables oportunidades cuando
uno de sus miembros en los espacios de debate nombraba propuestas de iniciativa
privada, autores liberales y similares, figuras reconocibles de la política, e incluso de la
oposición, tildaban a dicho miembro de tener una profunda desconexión con la
realidad.
Hoy en día, y paradójicamente, tenemos a muchos de ésos personajes, subiendo fotos
diariamente a sus redes sociales, felicitando al presidente de Argentina. Podría decirse
que ´´recapacitaron´´ si tan solo no hubieran subido a la ´´Mileineta´´ en el momento de
su ascenso, cuando era asegurada su victoria. Sí, así de patético.
En lugar de buscar atajos hacia el cambio del panorama político y mercado de ideas.
Los aspirantes a líderes y activistas en América Latina deberían enfocarse en
desarrollar una comprensión profunda de los problemas que enfrenta la región y en
formular soluciones sustentadas en evidencia y análisis sólidos.
Esto implica involucrarse de lleno en el debate y contribuir al proceso de originación de
políticas a través de un compromiso serio y a largo plazo. Ahora, que de ahí en
adelante la palabra ´´serio´´ sea tomada como ficción, es otro tema…
Estudiante de Ciencias Politicas y Coordinador Local Senior de Students for Liberty