El pasado año, y lo que llevamos de este, hemos sido testigos de un suceso más que interesante: la cotización del bitcoin, una moneda digital que no es emitida por ningún gobierno, no ha parado de crecer. Un hecho no tan extraño ni peculiar como el anterior es lo que ha pasado con el peso argentino, el cual sigue perdiendo valor año tras año, como consecuencia de la emisión excesiva de este.
Al ver semejante contraste uno se pregunta ¿Es el bitcoin una mejor moneda que el peso? Eso es lo que quiero poner a prueba con este artículo.
Las condiciones que deben cumplir las monedas como para poder llamarse de tal manera son tres. En mayor o menor medida que cumplan estas condiciones es que variará su valorización. Estas condiciones son: 1) Ser un medio de intercambio generalmente aceptado. 2) Servir como reserva de valor y 3) Servir como unidad de cuenta. Analicemos los tres puntos y comparemos ambas monedas.
Con la primera condición el peso argentino pareciera tener ventaja, podríamos pensar que las transacciones en bitcoin no son muchas. Sin embargo, el peso argentino tampoco es generalmente aceptado. En el mercado inmobiliario, por ejemplo, nadie utiliza pesos. En cambio, según el CEO de Global Investments, Hernán Nucifora, sí se han realizado operaciones inmobiliarias en Argentina utilizando Bitcoin, y también se aceptan otras monedas digitales como Ethereum.
En el segundo punto la diferencia es abismal. El bitcoin tiene una cantidad fija de monedas, lo único que puede afectar su valor es la demanda, pero no puede hacerlo la oferta. En cambio, el peso es la moneda que emiten los políticos argentinos, mientras el país mantenga los niveles de déficit que lleva, los políticos seguirán emitiendo pesos para pagar el gasto. Por lo que el peso seguirá devaluándose.
En el tercer punto el bitcoin también vence. El peso no es una buena medida para expresar el precio de los bienes y servicios, no es una medida uniforme, ya que distorsiona los precios.
La conclusión a la que llegamos tras este análisis es que el bitcoin es una mejor moneda que el peso argentino, por lo que seguramente será una buena alternativa para los argentinos que no quieran quedarse en pesos ni tengan la posibilidad de comprar dólares. La moneda norteamericana, dicho sea de paso, también sufre la posibilidad de devaluarse tras la enorme emisión de esta en los paquetes de ayuda para afrontar la pandemia. De todas formas, la demanda de dólares es enorme, es mundial, por lo que las posibilidades de que esta moneda se devalúe son remotas, a pesar de que aumente la oferta.
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