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Habrá lectores sorprendidos e incluso en desacuerdo con el título de este artículo. Sin embargo, debemos entender que el simple hecho de votar no vuelve a un gobierno democrático. Países como Cuba, Venezuela o Corea del Norte encontramos casos donde los ciudadanos votan regularmente y a pesar de ello, difícilmente podríamos calificarlos como sistemas democráticos. 

Por ese motivo invito al lector a pensar ¿qué elementos definen a un sistema como democratico?

Según el Democracy Index de The Economist (2020) en el mundo existen solo 23 países que viven en democracias plenas, mientras que hay 57 democracias imperfectas, 35 sistemas híbridos y 57 regímenes autoritarios. Más de 1/3 de la población actualmente se encuentra viviendo bajo un gobierno autoritario.

Cabe destacar el impacto de la pandemia para los sistemas democráticos. A raíz de la emergencia, múltiples gobiernos decidieron limitar las libertades de sus ciudadanos empeorando así sus indicadores en el presente estudio. 

Son varios los componentes que hacen a una democracia plena. Entre ellos vamos a nombrar: 

Sobre el autor…
Sebastián Ariel Citrea
Estudiante de Derecho en la Universidad de Buenos Aires. Coordinador Local en Estudiantes por la Libertad Argentina. Coordinador de Blog en Forjar.
  • Proceso electoral y pluralismo: Contempla la existencia de elecciones libres, periódicas y transparentes; además de otras cuestiones vinculadas a la libertad política.
  • Participación política: Cómo participa y contribuye la ciudadanía a la democracia.
  • Cultura política: Analiza si la ciudadanía comprende las reglas de juego electorales, si acepta los resultados y la relación con el pluralismo y el disentimiento.
  • Libertades civiles y Derechos Humanos: Libertad de expresión, de asociación, de prensa; pero también ingresan los derechos de propiedad y la libertad económica.
  •  Calidad del funcionamiento del Gobierno: Comprende cuestiones relativas a la separación de poderes, la corrupción, el correcto actuar de los funcionarios, etc.

Hemos visto que necesitamos muchos ingredientes para calificar de democrático a un país. En este punto cabe destacar la importancia de la disidencia en la democracia. Este sistema se caracteriza por la participación de todos los ciudadanos, quienes tienen distintas ideas y concepciones del mundo.  Para esto, deberá estar siempre presente una actitud pluralista y dialógica con lo distinto, con lo que no estamos de acuerdo. 

La democracia no es una medición de fuerzas donde quien tiene más votos gana, si no una conversación entre iguales que buscan la solución a determinados problemas. De esa base, del respeto y el reconocimiento del prójimo,  debe ser nuestro punto de partida.

Estarán también quienes hablen de sistemas alternativos a la clásica democracia liberal, refiriéndose a los sistemas unipartidistas. Sistemas donde -a pesar de ser “extremadamente democráticos” según sus defensores- sus gobernantes pasan décadas en el poder, los opositores son encarcelados y la prensa no es más que un medio de propaganda del Estado.

Al mejor estilo orwelliano podríamos decir que se tratan de sistemas democráticos, teniendo en cuenta claro que estaríamos doblepensando. Sosteniendo en nuestra mente simultáneamente dos ideas contradictorias: democracia como pluralismo – democracia como homogeneidad.

Preocupa profundamente la situación regional de América Latina y en el mundo respecto a las cuestiones referidas en el presente artículo. No son pocos los liberales que insisten en atacar la democracia. En palabras de Borges esta se trataría de “un abuso de la estadística”. 

A pesar de eso, desconozco un contrapeso tan implacable como lo es la voluntad popular. No podemos solidificar la libertad y los derechos humanos en una Constitución. No existe garantía de que un gobierno la respete y no pisotee nuestra individualidad.

La democracia implica mucho más que solo votar y depende de la ciudadanía su eterna vigilancia, para el respeto irrestricto de nuestros derechos.

¿Cuáles son los desafíos que hoy enfrentan nuestras sociedades? ¿Cómo contribuir a una cultura cada vez más democrática? ¿y finalmente si estamos dispuestos a dialogar con el otro y perder?


Esta publicación expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente representa la posición de Students For Liberty Inc. En el Blog EsLibertad estamos comprometidos con la defensa de la libertad de expresión y la promoción del debate de las ideas. Pueden escribirnos al correo blog@eslibertad.org para conocer más de esta iniciativa.

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