Sin lugar a dudas la pandemia mundial a raíz del Covid-19 ha generado una crisis sanitaria, económica y social a nivel global, que quizás no tenga precedentes en la historia de la humanidad, será cuestión de llegar al final de esto para averiguarlo.
Desde que se comenzó a conocer el brote de un virus proveniente de Wuhan, China, a finales de diciembre del año pasado y principio de enero del corriente, surgieron varias declaraciones, documentos, estudios de origen científico, que bajo la órbita de la Organización Mundial de la Salud (OMS), planteaban al principio, que esta nueva cepa no era transmisible entre humanos, cuando veíamos aumentar la cifra de positivos en los distintos países de Europa, este organismo planteaba la cuestión del distanciamiento social y elevaba las alertas mundiales planteando el inicio de una pandemia. En nuestro país la máxima autoridad en salud, allá por febrero planteaba que “había que preocuparse más por el dengue que por el coronavirus”, o que “con el clima cálido que teníamos era más difícil que el virus llegase a nuestro país”, a las semanas veíamos como se tomaba la determinación de una cuarentena obligatoria en todo el país, se cerraban las fronteras y comenzaban día a día a aumentar los casos positivos, al mismo tiempo se pasó de la férrea afirmación de que no era necesario el uso de barbijos/tapabocas a ser implementados de manera obligatoria en varias provincias de nuestro país e incluso hasta mencionarse posibles penas por no llevarlo puesto.
Es así como estas idas y vueltas de la comunidad científica, tanto a nivel mundial como es el caso de la OMS, o en el caso de nuestro país, el Ministerio de Salud de la Nación, ha llevado a poner en cuestión no solo el trabajo de la ciencia sino el papel de la “verdad” y de la información que se maneja. A criterio personal considero que se está dando un fuerte respaldo a la ciencia y se cree que será capaz de lograr una vacuna contra el virus, como ha así también ha generado tratamientos que se han mostrado eficaces bajando la mortalidad o formas de testeo que permiten conocer de manera rápida los casos positivos en un país, sin dudas la ciencia ha ido avanzando a grandes pasos con un virus que conocemos desde el 31 de diciembre aunque podría ser que exista desde noviembre o incluso con anterioridad, y es en este punto donde creo que la cuestión de la verdad es fuertemente cuestionada.
El virus surge en un país, con una ideología política y un sistema político caracterizado por un férreo control en sus instituciones y para con su población, hay grandes cuestionamientos al gobierno chino por haber ocultado el surgimiento del virus como con las cifras de contagiados y fallecidos a causa de este. En el otro polo, los Estados Unidos, emprenden una batalla contra estos y contra la OMS, de esta manera son distintos modelos que una vez más entran en conflicto, la política una vez más gana el terreno y luce sus habilidades para analizar esta realidad. Es difícil a día de hoy, saber con veracidad, si este virus surgió en un laboratorio, muto de un animal, surgió en diciembre, o en noviembre, todavía no hemos encontrado la forma de “combatirlo”, distintos países han seguido varios modelos, ya sea de cuarentena total, sectorizada o focalizada, o incluso países que han optado por aislar a grupos de riesgo y confiar en que los más jóvenes se contagien y luego se inmunicen para no poner en riesgo, aún más, sus economías, todos con distintas recetas, ya que se va probando, es a prueba y error, quizás de eso se trate la ciencia, aunque sin dudas un acontecimiento de esta envergadura desestabiliza todo lo que teníamos aprehendido y nos pone en cuestionamiento una vez más.
¿Debemos confiar en la ciencia?, yo creo que sí, la comunidad científica ha hecho grandes progresos para el futuro de nuestra humanidad, pero también hay que saber que esa comunidad científica se inscribe en un contexto socio-histórico y político particular, donde se entrelazan intereses y donde la lucha del poder es central, por eso considero que debemos confiar, pero no entregar un cheque en blanco, hay que ser críticos y no tomar cosas por ciertas de manera definitiva, ya que como algo nuevo que la ciencia comenzó a estudiar hace muy pocos meses, está sujeto a variaciones y las hipótesis que hoy se dan por ciertas puede que la propia experiencia la desmienta en un par de días, semanas o meses.
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