En una sociedad libre, la ampliación del mercado “eleva la productividad de bienes y servicios que son ofrecidos a la comunidad consumidora, con la activación de los recursos ociosos1, la elevación de la economía y la adopción de un capital especializado” (Gomes, 1987: 131). De acuerdo con los parámetros del libre comercio dinámico expuestos por Adam Smith aproximadamente en el año 1776, no existe mejor política para aumentar la riqueza de la nación que la del libre mercado, donde el Estado no tiene mayor incidencia en los procesos de intercambio económico; sin embargo, existe una excepción a la regla general que consiste en la participación del Estado en actividades específicas, como la industria dirigida a la defensa de la Nación.
En este sentido, el sistema del libre mercado en América Latina 2 surge como una vía de desarrollo para los ciudadanos de cada Estado teniendo como algunos motivos la incapacidad de los gobiernos, la alta tasa de corrupción y el estancamiento económico. Las estrategias de inserción económica internacional de América Latina se centran en los Acuerdos de Libre Comercio y acuerdos preferenciales de comercio, así como en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI)3 que tienen como principal propósito la flexibilización y formación de un mercado común latinoamericano conforme a los niveles de desarrollo económico de los países miembros.
1. Libre Mercado y su incidencia en América Latina.
El libre mercado o “mercado libre” se considera como un sistema económico que se fundamenta en el intercambio de bienes y servicios entre vendedores y compradores, donde el precio de los bienes y servicios objeto de dicho intercambio ha de ser acordado por las partes previa verificación de su libre consentimiento. Por lo tanto, una economía es de libre mercado cuando no existen limitaciones sobre el precio y la cantidad de los productos objetos de compra y venta, de manera que los vendedores son libres de escoger los bienes y servicios que pondrán a disposición del mercado, y los consumidores podrán escoger a quién comprar o contratar dichos bienes y servicios.
La característica más importante en el sistema del libre mercado es la ausencia de coacción o fuerza que intervenga e influya de forma significativa en el comercio, por lo que el establecimiento del precio es el resultado de la libre interacción entre oferente y demandante. Es decir, que “el
mercado constituye en el sistema económico capitalista el coordinador más relevante de la sociedad sin competencia alguna” (Castillo, 2000: 06).
Asimismo, es necesario destacar la globalización del mercado4 que multiplica la asociación de corporaciones y la creación de alianzas estratégicas con el propósito no solo de compartir riesgos y costos, sino también de afianzar las limitaciones a las políticas gubernamentales que establezca el Estado para la obstaculización del libre intercambio de bienes y/o servicios. Se trata de un proceso de producción de mercancía en diferentes países, de intercambio impersonal mayoritariamente por medios electrónicos, movilización de grandes capitales, y empresas que establecen las condiciones de acuerdo con sus propios intereses y beneficios.
En Latinoamérica se inició un conjunto de procesos inspirados en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el Sistema de Integración Centroamericano (SICA) y el Mercado Común del Caribe (CARICOM) para establecer esquemas y proyectos dirigidos a la promoción del libre mercado. El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) se inició como una cuña política y diplomática entre Brasil y Argentina aproximadamente en los años 80 con la finalidad de formar paulatinamente un mercado común en la región sur de América.
La situación del sistema legal respecto a la regulación del comercio es la causa principal de la fragilidad de la economía, puesto que un conjunto normativo debe estar encaminado al resguardo de los derechos de propiedad y la libertad económica como punto clave para el libre mercado. Según Latinobarómetro, una encuesta de opinión pública anual en 18 países de la región, en 2017 el 69% de los latinoamericanos estaba de acuerdo con la idea de que el libre mercado es la única vía para el desarrollo. Esa ha sido la cifra más alta desde que comenzara la encuesta en 1995, muy por encima del máximo durante el auge económico de las materias primas en 2011 cuando el 56% apoyaba la idea.
Conclusiones.
El consumo es el fin último de la producción, y ésta es el eje central del libre mercado en el entendido que las empresas y vendedores tienen la posibilidad de acordar el precio de los bienes y servicios con el comprador, a través de un proceso de intercambio económico sin la intervención abusiva del Estado. Asimismo, la apertura comercial restringe la acción del Estado para adoptar políticas que generen inestabilidad, donde dicha apertura económica debe ser objeto de una transición de modelos de desarrollo, teniendo lugar en el contexto de la globalización que atañe a la mayoría de los países del mundo.
La creación y promoción de los Tratados de Libre Comercio funcionan como un vaso comunicante que permite a las políticas neoliberales circular sin problemas (Teitelbaum, 2004); es por ello que el fundamento neoliberal avanza en separar las actividades económicas y la operación del mercado de cualquier agente externo que intervenga en su libre proceso, a través de los
elementos democrátivos como columna vertebral. Así, las organizaciones comerciales internacionales y los acuerdos de libre mercado actualmente regulan el comercio de bienes, comercio de servicios, la propiedad intelectual, y normas de inversión extranjera, por lo que los tratados de libre comercio se podrían denominar fácilmente como tratados de libre mercado5. En el contexto internacional, el comercio libre trae como consecuencia beneficios mutuos que contribuyen a la expansión económica y la reducción de los controles del Estado (Gómez, 2003).
En cuanto a la relación entre Estado y empresarios, se permite la idea de privatizar las empresas públicas, liberándolas de la tutela y control estatal con la mirada puesta en las nuevas inversiones externas, además de liberar al Estado de la responsabilidad de financiar los costos corrientes y de inversión. Privatizar implica levantar los niveles de producción y eficiencia de esas empresas, así como la complejidad del impacto en la economía nacional e internacional. En América Latina, la trasnacionalización del mercado interno afecta los sistemas de organización, producción, trabajo de los órganos institucionales, ya que desde un principio la economía y la política han estado íntimamente relacionadas. Países como Venezuela y Brasil6 han tenido más dificultades para la reestructuración de los mercados similares a los de Chile o México, lo cual resulta un grave atraso considerando la realidad actual y los modelos económicos modernos norteamericanos o europeos.
1 Se entiende como aquel recurso del cual no se puede asegurar su rentabilidad, sin embargo, no significa que es inservible. (Guevara, 2005). Ver más en http://www.granma.cu/granmad/2005/10/08/nacional/artic05.html
2 En los años 90’s Perú adoptó medidas de libre mercado, otros países latinoamericanos privatizaron empresas, bajaron los aranceles e impuestos, y desaplicaron una cantidad significativa de restricciones en cuanto al comercio y la inversión de capital.
3 Creada en fecha 12/08/1980 por el Tratado de Montevideo de 1980, sustituyendo la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio. Cuenta con 13 países miembros de Latinoamérica. Ver más en http://www.aladi.org/sitioaladi/?page_id=322
4 Es el proceso de integración de los mercados nacionales en un mercado global, cuya finalidad es la ampliación y profundización, así como su elevación en el ámbito internacional.
Referencias bibliográficas.
Libros.
GOMES, Leonard. 1987. Foreign Trade and the National Economy: Mercantilist and Classical Perspectives. Editorial Palgrave Macmillan. Londres.
SMITH, Adam. 1776. La Riqueza de las Naciones. Londres.
Artículos de Revistas.
CASTILLO, Belkis. 2000. “Rol del Estado, libre mercado y soberanía nacional”. Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, vol. VI, número 1, enero-julio, 2000, pp. 71-80. Universidad Central de Venezuela. [En https://www.redalyc.org/pdf/364/36400104.pdf]
GÓMEZ, Carlos. 2003. “De Adam Smith a List, ¿del libre comercio al proteccionismo?”. Revista Aportes, vol. VIII, número 024, septiembre-diciembre 2003, pp. 103-113. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. [En https://www.redalyc.org/pdf/376/37602407.pdf]
TEITELBAUM, Alejandro. 2004. “El ALCAestá entre nosotros: los tratadosbilaterales de libre comercio.” Ponencia presentada en el III Congreso Internacional: Derecho y Garantías en el Siglo XXI. Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
5 El libre comercio es un concepto económico, mientras que el libre mercado es todo un sistema que recoge una cantidad de principios y directrices que encaminan el ejercicio y aplicación del libre comercio.6 El profundo deterioro salarial y la pérdida de prestaciones sociales ínfimas son las causas más comunes en este proceso.
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