Sangre, sudor y lagrimas (y motosierra)

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Por: Nicolás Pierini

País: Argentina

El flamante presidente Javier Milei marcó una hoja de ruta durísima y descarnada para todos los argentinos. Su propuesta tiene cero demagogia y una sinceridad casi inédita. Dijo con toda claridad que prefería decir “verdades incómodas a mentiras confortables”. Salvando las distancias, muchos nos acordamos de Winston Churchill que solo prometió “sangre, sudor y lágrimas”.

Cayetana Álvarez Toledo, la brillante diputada de Partido Popular español suele decir: “hay que salir del sufrimiento inútil para entrar en el sacrificio útil”. Esta es la definición de la etapa política que se viene. De la nueva era en la que Milei anunció “el fin de la noche populista”. Anunció un ajuste con cirugía mayor y sin anestesia. La frase que instaló lo dice todo: “No hay plata” y estuvo grabada en las remeras que más se vendieron ayer a 6 mil pesos cada una. “No hay plata”, serán las tres palabras que actuarán como columna vertebral de su gobierno. Aseguró que va a cepillar el déficit fiscal, que va a bajar 5 puntos del PBI pero que ese recorte va a impactar casi totalmente sobre el estado y no sobre la actividad privada.

Se acabó la maquinita para imprimir billetes cada día con menos valor. Milei lo resumió en dos conceptos: ajuste y shock. Hay que agarrarse fuerte porque se vienen tiempos difíciles de estanflación, es decir de alta inflación y caída de la actividad económica. De todos modos, el jefe de estado dijo que será “el último mal trago para comenzar la reconstrucción”. Una vez superado el tsunami de calamidades que dejan Cristina, Massa y Alberto, empezaremos a ver la luz al final del túnel. Diría Carlos Menem: “Estamos mal pero vamos bien”. Pidió paciencia y esfuerzo a los argentinos para evitar una híper inflación y un estallido social. En las urnas, en las encuestas y ayer en la calle, la población, mayoritariamente parece estar dispuesta a ese esfuerzo. Lo que no está claro es durante cuánto tiempo. Porque vendrán las facturas del gas, de la luz, del agua con aumentos importantes. Porque la nafta y otras cuestiones esenciales van a multiplicar su valor. Será el tránsito por un desfiladero muy angosto. Se necesitará astucia y ampliar las bases de sustentación política del gobierno. Por eso fue una buena definición de Milei cando dijo que esperan con los brazos abiertos a todos los que se quieran sumar, no importa de donde vengan o que hayan hecho en el pasado.

Lo importante será hacia donde van y que compartan el proyecto. El concepto de que no van a perseguir a nadie es muy bienvenido también. La inmensa mayoría de los argentinos nos hartamos de las extorsiones, apretadas y superioridad moral del cristinismo ladri progresista. Ojalá que la no persecución no implique que la justicia deje de castigar a los ladrones que más robaron durante estos tiempos como Cristina, por ejemplo. Por más grosera y decadente que aparezca con sus gestos de fuck you o con sus manos en los bolsillos como canchereando, la Corte Suprema dejará firme el fallo que la condena por ahora a 6 años de prisión. Y digo por ahora porque el fiscal Diego Luciani pidió 12 años porque le agregó la acusación de ser la jefa de una asociación ilícita para saquear al estado, algo que fue rigurosamente cierto. Ojo que no estamos hablando de venganza ni de injerencia del poder ejecutivo en la justicia. Este gobierno debe dejar actuar con total independencia a los magistrados. Caiga quien caiga y cueste lo que cueste. Milei fue investigado por muchos periodistas y al parecer es una persona honrada. No puede perder esa condición de honestidad. Eso es clave. Pero uno de sus grandes méritos es haber puesto a la Argentina del lado de los mejores países del mundo.

De lo que más prosperidad producen para sus ciudadanos y donde hay más libertades. Con un par de declaraciones y gestos nos puso al lado de los Estados Unidos, Ucrania, Francia, Uruguay e Israel. Fue conmovedor el abrazo y las palmadas de afecto que se prodigaron con Volodimir Zelensky. En el pasado quedarán Cristina y su fanatismo por el chavismo y su admiración por dictadura cubana fundada por Fidel Castro o países que violan los derechos humanos como Irán y Rusia. Hay un cambio de época. Desde el estado dejarán de lado estupideces como hablar en inclusivo y muchísimos militantes y ñoquis que son parásitos del estado tendrán que buscarse un trabajo honesto. En ese plano, hubo otra definición contundente respecto al manejo de los gerentes de la pobreza que trabajan de piqueteros: “El que corta la calle, no cobra”. El ordenamiento de la calle y el espacio público tal vez será una de las tareas más importantes dentro del desafío titánico que tiene Milei y su gente. El primer paso será sacar a los intermediarios que usan y abusan de los pobres. Después, peinar el padrón de beneficiarios para que los planes los reciban quienes realmente los necesitan y no los delincuentes que solamente cobran para cortar calles y militar en las agrupaciones políticas. Y después, estudiar si los que distribuyen los planes no deberían ser los intendentes que tienen la legitimidad de haber sido votados. Ellos pueden capacitar a los que cobran planes, darles alguna tarea para que se sientan útiles y ayudarlos a reconstruirse para quedarse en sus distritos sin que tengan que obedecer a los punteros y jefes piqueteros. No hay duda que Milei recibió la peor herencia de la historia de lo que fue el peor gobierno de la historia.

El kirchnerismo rompió todo el país. Las cifras de inflación, pobreza, indigencia más los datos de la inseguridad galopantes con narcos y todo y la implosión de la educación de calidad demuestra el fracaso absoluto del cartel de los pingüinos millonarios. Multiplicaron los pobres con las mismas recetas fracasadas de siempre y se enriquecieron como nunca con las coimas y los retornos colosales. Por eso estamos experimentando sentimientos encontrados. Por un lado la alegría porque democráticamente nos sacamos de encima a estos malandras ineficientes de los K. Extirpamos el peor cáncer ideológico de la sociedad. Autoritarismo más corrupción no van más. Cristina mas La Cámpora, no van más.

Esa sensación de satisfacción por los aires nuevos que se respiran se mezcla con la incertidumbre por lo que viene y por la esperanza que despierta algo nuevo y totalmente distinto a lo que se fue. Esto recién empieza y la batalla será durísima. Una especie de capitalismo de aventura como resumió Ernesto Martelli. En ese camino de fortalecer las alianzas en el Congreso y en la gestión fue clave que Milei, con la banda presidencial recién colocada fue a saludar en primer término y con alegría a Mauricio Macri que estaba al lado del escenario principal. Ojalá la política recupere su esencia que es la de servir a los ciudadanos para eliminar las injusticia y aumentar el progreso, el trabajo y la dignidad. Ojalá nunca más la política se sirva de los ciudadanos. Necesitamos un gobierno que nos saque de la catástrofe. Que nos ayude a poner de pie al país. Que trabaje hombro con hombro por el bien común. Una gran mayoría de la población respalda ese proyecto. Votó con esperanza. Y la esperanza es lo último que se pierde.


Nicolás Pierini es Profesor en Geografía y Licenciando en Geografía y Ciencia Política. Es Director Regional del Cono Sur de Estudiantes por la Libertad. Es Asesor Legislativo en el Honorable Concejo Deliberante del Municipio de General Pueyrredon. Es voluntario de la ONG Nexxos, miembro de la JPRO, fue pasante de la Fundación Internacional Bases (2023-2024) y es pasante de la Fundación Global de Mar del Plata.

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