Por: Gelo Wayar
País: Bolivia
A modo de introducción.-
Llegó septiembre, mes donde se suele ensalzar el amor que la gente de Santa Cruz y
que viven en ella (Cruceño) profesa por esta tierra; mes, también, donde las autoridades
políticas y las personas con aspiraciones en “lo político” suelen enfatizar un discurso
romántico, chauvinista y con tintes irracionales en favor de Santa Cruz, con el único
objetivo de alcanzar y/o mantener su popularidad en el ideario colectivo y ser parte de la
buena y sana opinión del electorado.
Para quienes no son de Bolivia, mencionamos el contexto. El 24 de septiembre de
1810 se llevó a cabo el “grito libertario” de Santa Cruz de la Sierra: un evento de
sublevación de gran parte de la población, donde, lo que se buscaba, según algunos libros
de historia, era lograr la independencia y alcanzar la administración propia 2 . Momento
histórico que, posteriormente, formó parte en la historia de la guerra de la independencia
de Bolivia, que con sus matices y características propias, llevó a la curiosa formación de lo
que actualmente es el Estado Plurinacional de Bolivia (Bolivia).
Al mismo tiempo cabe resaltar, que en Bolivia existen grandes diferencias culturales
entre todos los departamentos que conforman el país (incluso en un mismo departamento
se puede encontrar distintas culturas). Es el caso de Santa Cruz, que dentro de la cultura
propia de la gente oriunda de esta zona y, por supuesto, las personas que con el tiempo y
viviendo en Santa Cruz han adherido a ella, existen ciertas características que demarcan la
esencia de dicha cultura (que denominaremos cruceñidad) y del “ser” cruceño. Dentro de
dichas características encontramos algunos dichos populares, como el siguiente: “Es ley del
cruceño la hospitalidad”. Objeto sobre el cual girará nuestro análisis.
Con el mencionado dicho tradicional, lo que se pretende es dar a conocer a los
foráneos, que el cruceño se caracteriza por ser una persona que brinda cobijo y buen trato
1 Cruceño es el gentilicio que se usa, principalmente, para las personas que nacieron en la ciudad
de Santa Cruz de la Sierra, así como, para las personas que, viviendo o no en esta ciudad,
adhieren voluntariamente a la cultura.
Al respecto, existe una controversia sobre el uso de las palabras “cruceño” y “camba”. En principio
y para quien no tiene un conocimiento más profundo sobre sus orígenes y usos actuales,
significarían lo mismo: persona que nace o adhiere voluntariamente a la cultura propia del oriente
boliviano (zona geográfica del departamento de Santa Cruz, Bolivia). Empero, existe una línea
ideológica que afirma que existe una diferencia importante: cruceño sería solo el que nace, vive o
trabaja en Santa Cruz de la Sierra ciudad y camba toda persona que, sin importar su origen,
adhiere a los valores de la cultura camba (cultura que se encuentra presente en gran parte de los
departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando). Nosotros, en el presente, para no entrar es aquella
discusión que no va al fondo del presente, usaremos la palabra cruceño para referirnos, como se
lo mencionó, a la persona que elige formar parte de la cultura propia de la gente que vive en Santa
Cruz de la Sierra y sus inmediaciones.
2 Este punto de la historia es bastante controversial. Pues existe la versión de que, tal como
ocurrió en la ciudad de Charcas (hoy Sucre), en realidad no se llevó a cabo un grito libertario, sino,
por el contrario, un respaldo al rey que había sido despojado del trono por Napoleón. En ese
sentido, con el lema de “arriba el rey, abajo el usurpador”, en dichos eventos, se daría un respaldo
al rey, no buscando ninguna clase de independencia del Reino de España. Sin embargo, en la
actualidad, existe dicha controversia entre historiadores. Controversia que no va al fondo del
presente, pero creemos que es necesario mencionarla.
a las personas que visitan Santa Cruz, ya sea de paso o que estas vayan a quedarse de forma
definitiva en busca de mejores oportunidades de vida.
Es también necesario mencionar, para quienes no se encuentran al tanto de la
actualidad boliviana, que Santa Cruz de la Sierra es la ciudad con mayor crecimiento en las
últimas décadas en el país. Recibiendo, en consecuencia, un gran número de migrantes del
interior y exterior de Bolivia. Convirtiéndose, de un tiempo a esta parte, en una pequeña
metrópoli, donde, sin duda, se encuentran mayores oportunidades progreso.
Históricamente y debido a la cultura de comercio y empresarialidad 3 , que forman
parte de la esencia de la cruceñidad, Santa Cruz se ha convertido en un bastión de
resistencia contra el gobierno autoritario del movimiento al socialismo (MAS). No
obstante, debido a la gran propaganda llevada a cabo por el MAS y, suspicazmente, seguida
por algunos planteamientos de los principales partidos políticos de oposición, que solo han
contribuido a una penosa y peligrosa polarización, Santa Cruz ha empezado a perder (o
ponerse en discusión al menos), esas características culturales (hospitalidad,
emprendedurismo, tolerancia) que han sido la base sobre la cual se ha construido el
desarrollo de esta ciudad.
Por tal motivo, la intención del presente no es otra que analizar desde lo filosófico,
ciertos aspectos culturales que hacen, o hacían, al ser del cruceño que forjó el crecimiento
de esta ciudad y alertar sobre la pérdida de dichos aspectos culturales en pro de
movimientos políticos radicales que solo buscan el poder por el poder.
- Análisis filosófico de las implicancias prácticas y éticas.-
La filosofía es necesaria para la vida del ser humano. Sin filosofía, el hombre –
simplemente-, no puede vivir. Empero, “muchas personas no han leído nunca un libro de
filosofía y viven, algunas hasta viven bien”, se podría contraargumentar. Ello es cierto, sin
embargo, que no sepan filosofía técnica o que no se hubieran ilustrado en la ciencia de la
filosofía como tal, no quiere decir que, aun sin saberlo y forma incipiente tal vez, apliquen
filosofía en su vida 4 .
La práctica de “lo filosófico” no es otra cosa que razonar y pretender contestar las
preguntas más importantes para el ser humano. Aspectos como el amor, la ética (lo que es
bueno o malo), el ser (ontología) de lo cruceño, el origen de las cosas (metafísica), son,
entre variados aspectos, parte del ser filosófico. La filosofía, en consecuencia, es la
principal herramienta que tenemos para conocernos y, de ese modo, poder elegir de mejor
forma las acciones a tomar frente a lo que nos sucede en la vida.
Del mismo modo, en sociología, el análisis de los dichos culturales, como de las
canciones populares, eventos sociales, mitos y representaciones religiosas, entre otros,
constituyen parte fundamental del estudio de toda la sociedad. Aspectos estos que deben
ser analizados y estudiados, si lo que se pretende es conocer a mayor profundidad la
cultura de la sociedad en cuestión. Pues, ello, no solamente nos muestras las características
esenciales de dicha sociedad, sino, también, nos sirven como guía para el individuo dentro
3 Entiéndase el concepto en los términos planteados por Israel Kizner en su obras: “Competencia y
Empresarialidad”.
4 Ayn Rand creía que la diferencia entre una buena vida y una mala vida, se encontraba en una
decisión fundamental: ¿Qué tipo de filosofía decidimos aplicar a nuestra vida?. Ver “Filosofía
¿Quién la necesita?.
de la sociedad y hacen posible cierto orden social, pues sirven de directriz moral, dando
cierta certeza a sus miembros. Sin ello, no podríamos visualizar el camino que tomará la
sociedad en el futuro, peor señalar los aspectos en los cuales se podría mejorar.
Ello no quiere decir que la sociedad y toda cultura sea un ente individual que tiene
poder de acción propia. En absoluto, esta es una de las tergiversaciones más usadas por los
movimiento autoritarios con el único fin de polarizar a la sociedad, buscando que las
personas tomen un bando en esta batalla (creada por ellos), para así poder controlar de
forma más sencilla a la sociedad. Por el contrario, la sociedad y toda cultura deben ser
analizadas y entendidas desde la acción del individuo, que es el único que puede actuar y
decidir, que es, también, el único ser de existencia real. La sociedad y toda cultura es, en
consecuencia, un conglomerado de las decisiones de los individuos, quienes con sus
preferencias individuales estructuran a la sociedad y su cultura sin intención alguna de
hacerlo.
Entonces, a efectos de conocer de mejor forma la cultura de Santa Cruz
(departamento) y Santa Cruz de la Sierra (Ciudad) y, así, poder aspirar a crecer como
sociedad, es menester analizar todas y, principalmente, las más importantes expresiones
culturales de la cruceñidad. En el presente, como se anticipó, nos abocaremos a uno de los
dichos más importantes, antiguos y más usados dentro de la cruceñidad: Es ley del
cruceño la hospitalidad.
¿Qué podemos entender por “Es ley del cruceño la hospitalidad?
Pues bien, cuando algún cruceño se refiere a dicha frase, lo que quiere decir,
sucintamente, es que es parte esencial de la cruceñidad la cortesía y tolerancia para con el
foráneo. Que el cruceño se caracterizan por acoger y dar buen trato en su hogar -es decir,
en Santa Cruz-, a las personas que se encuentran de paso o que, en busca de mejores
oportunidades, migra a Santa Cruz.
Entendemos, por lo tanto, que la cruceñidad se caracteriza por brindar cobijo, ser
tolerante y cortés para con los foráneos; la cruceñidad es hospitalaria. Ello quiere decir que
el cruceño, que constituye y estructura de forma individual, haciendo posible a la
cruceñidad, tenga que elegir serlo. En otras palabras, para que el cruceño pueda prestar
cobijo, ser tolerante, cortes y hospitalario, debe tener la posibilidad de elegir hacerlo,
escogiendo, al mismo tiempo, ser parte de la cruceñidad, asumiendo como propios estos
valores que la caracterizan. Si bien la frase en análisis se refiere a una “ley del cruceño”,
ello no debe ser entendido como si se tratara de una norma impuesta por mandato
coercitivo, sino de una característica esencial del “ser” cruceño, la cual es elegida.
Tenemos, en virtud de ello, como aspecto central de la moral cruceña, no solo a la
hospitalidad, la tolerancia y la cortesía, sino, también, a la libertad individual. Sin libertad
individual hablar de una cruceñidad sería imposible; la cultura jovial y hospitalaria que
caracteriza al oriundo de Santa Cruz sería solo un verso sin contenido coherente, ni moral,
pues el cruceño, al no poder elegir ser hospitalario, no podría otorgarle a la cruceñidad esa
característica que le es propia. Al respecto, Hayek 5 tiene mucha razón cuando afirma que
para poder entender el funcionamiento de la sociedad, debemos analizar que esta se
encuentra conformada de individuos que deciden, que actúan; la sociedad se compone de
5 Ver: “Individualismo y Orden Económico”, “La Fatal Arrogancia” y “Fundamentos de la Libertad”.
Obras esenciales donde Hayek desarrolla el criterio citado.
individuos, los cuales, con sus propias decisiones y acciones (basadas en sus preferencias,
sin importar que estas sean racionales o no) van estructurando a la sociedad, otorgándole
su esencia e identidad propia. Esto no quiere decir que sin libertad no pueda hablarse de
una sociedad o una cultura determinada, sino que, sin tolerancia y sin libertad individual,
no es posible hablar de una cruceñidad como se la representa y defiende en el ideario
colectivo cruceño.
¿Esto implica que la sociedad cruceña deba ser liberal, necesariamente?
Muchos podrán decir que si. No obstante, la realidad es que no, la cruceñidad no debe ser
liberal solo por ello. Esta comparte valores con el liberalismo, sin duda, pues la libertad
individual y la tolerancia son valores fundamentales del liberalismo, pero ello no hace
liberal per se a la sociedad o cultura que los adopta. El liberalismo tiene otros principios y
características que deben ser analizados dentro de la sociedad cruceña, si lo que se
pretende es afirmar que esta es liberal. Lo que si podemos coincidir, es que al compartir
estos valores, es posible hablar de una construcción de una sociedad cruceña liberal.
Por otro lado, de un tiempo a esta parte, estos valores analizados previamente, han
sido corrompidos por discursos políticos de polarización. Esperar dichos actos y discursos
del MAS es hasta predecible, sin embargo, que la oposición política al MAS y las personas
(en teoría, también opositoras) con aspiraciones políticas contribuyan a dicha polarización,
es más que sospechoso, es alarmante. Existen hoy en día en Santa Cruz autoridades
políticas y aspirantes a políticos que utilizan ese sano aprecio que uno puede tener por su
cultura, como un arma política de polarización. Si uno escucha los mensajes y opiniones de
dichas personas, estas incitan al odio por lo diferente. Siendo el parámetro de lo diferente ,
lo que el partido y el caudillo del partido digan que es. Es decir, que si uno, pese a ser
cruceño opina distinto del partido del caudillo, es un traidor o un enemigo de Santa Cruz y
lo peor de todo, se ocultan en un supuesto amor por la cruceñidad.
Esta clase de actitud solo nos está llevando a un punto donde se pierden los valores
que permitieron que Santa Cruz crezca y se desarrolle. Es evidente que toda sociedad no es
perfecta y siempre tiene aspectos que mejorar, pero lo buscado por las autoridad
caudillistas en Santa Cruz no es el sincero desarrollo de la sociedad cruceña, sino, por el
contrario, la conservación del poder por el poder. Podemos ver a miembros del partido
sacarse fotos oportunistas con conservadores reconocidos y a los dos meses decir que son
liberales por la coyuntura provocada por la victoria de Javier Milei en las PASO en
Argentina, cuando, como bien es conocido, entre el conservadurismo y el liberalismo existe
una diferencia muy marcada, que hacen de ambas doctrinas, opuestos entre si.
¿En qué momento la cruceñidad significa atacar a quien piensa
diferente? ¿Cuándo ser cruceño significó atentar contra la humanidad de
quien no apoye al caudillo? ¿Es hospitalario y tolerante todo ello?
Son preguntas que nos debemos realizar, pues no solo se está gestando un ataque directo
contra la base moral de la cruceñidad, sino que ese es el rumbo que está tomando esta
ciudad y el departamento, donde la cordialidad, la cortesía, la hospitalidad pueden dejar de
ser valores, donde el individuo, el cruceño, es solo una un herramienta para el caudillo y
una forma de vivir parasitaria para los jefes del partido.
- Conclusiones.-
Realizado el análisis en cuestión, el escenario no es tan lindo como el que
quisiéramos. Tenemos políticos enfrascados en sus interés y dando mensajes de promoción
del odio, la intolerancia, la deshonestidad y contra la libertad del cruceño como individuo.
La interrogante es: ¿Qué vamos hacer al respecto? ¿Se va seguir cayendo en esa
polarización radical? o, por el contrario, ¿se va reaccionar contra este ataque de los
políticos al individuo, buscando conformar una sociedad y cultura donde el individuo sea
cortés, hospitalario y libre?
Cabe la necesidad de aclarar que no es un llamado a conservar ciertos aspectos
culturales. Es históricamente conocido que el conservadurismo, junto al socialismo, al
nacionalismo y a la religiosidad, son los mayores enemigos de la libertad del ser humano y
lo son en razón de la visión que ellos tienen del hombre libre, no por que este los vea como
enemigos. El ser libre, el ser hospitalario y tolerante, es un ser -humano- que no busca
enemigos ni luchas sagradas, sino, busca un espacio donde pueda vivir tranquilo y
desarrollarse de forma plena, ¿semejanzas con lo que busca el cruceño? Por supuesto que
si.
Gelo Wayar Pereyra, abogado, escritor y ensayista. Coordinador senior de SFL Bolivia.