Venezuela como ejemplo de colectivismo y autoritarismo

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En Venezuela, las libertades de los ciudadanos han sido canjeadas por seguridad y control en favor del partido en el poder, precisamente para mantener este último. Por tanto, no es de extrañar que estemos ante uno de los países con menos libertades en el mundo, donde las bases más básicas para constituir una sociedad libre han sido limitadas y cercenadas sin ningún pudor, dejando a sus ciudadanos a merced de un poder estatal totalmente parcializado.


Brayan Corredor
Estudiante de Arquitectura | Coordinador Local EsLibertad

El Estado de derecho es la base fundamental de una sociedad libre

Sin duda alguna, entre todas las bases necesarias para erigir una sociedad libre, la más importante es nuestra República, que con sus más y su menos, son la base fundamental para constituir una sociedad libre. Puesto que, los principios del Estado de derecho, están construidos bajo los principios de la libertad. Que nos arropa con un marco de reglas claras para el buen funcionamiento de orden social, la convivencia y los derechos básicos de cada individuo.

Y es que, en Venezuela, el poder tan centralizado ha convertido al Estado en un órgano de propaganda y control social, con el fin de mantener el poder político e institucional a toda costa. Por tanto, todo aquello que depende del Estado, ha perdido su autonomía y, en muchos casos, su legitimidad. Y sus efectos son notables: Corrupción y criminalidad desmedida con una nula repercusión institucional-, separación de poderes e instituciones autónomas inexistentes -y aquellas que no se sometieron al poder central, han sido bloqueadas o destituidas-, libertad de expresión muy limitada -siempre que represente un peligro para el régimen-, la constitución y las leyes han sido socavadas en múltiples ocasiones, la democracia representativa es de todo menos representativa, cientos de políticos y militares presos por el peligro que pudieran representar para el régimen, carencia de seguridad jurídica y derechos humanos básicos, partidos y políticos inhabilitados a dedo, subsidios y gasto público utilizado como medio de control social y político, entre muchos otros. En general, las instituciones y órganos que deberían garantizar seguridad e igualdad ante la ley, se han convertido en un brazo del partido en el poder. La convivencia y el orden en Venezuela, se definen en si representas o no, un peligro para la seguridad del régimen actual.

‘’Corruption Perceptions Index 2018’’ por Transparencia internacional.

‘’Clasificación mundial de la libertad de prensa 2019’’ por Reporteros sin Fronteras.

‘’La libertad económica en Venezuela es muy baja y depende de las necesidades del régimen’’.

Todas estas deficiencias en el Estado de derecho no pasan desapercibidas para el libre comercio. Un ejemplo directo serían los enormes límites y controles que azotan a los medios de comunicación privados. Donde constantemente se ven más reducidos por el cierre de medios como: Emisoras de radio, periódicos, medios electrónicos y televisivos. Quizás, los casos más conocidos fueron el cierre de la cadena nacional RCTV (2007), así como la salida del aire en todas las cableras nacionales de muchos medios internacionales como: CNN en español (2017), NTN24 (2014), TN (2017), RCN (2017), Caracol (2017), El tiempo (2017), 24 Horas (2018), TV Chile (2019), Antena 3 y NatGeo (2019, por transmitir el Aid Live) -estos últimos dos fueron reinsertados recientemente-.

Las deficiencias del modelo económico venezolano son inmensas, y es que además de no brindar seguridad jurídica y no respetar la propiedad privada, el poder ha mantenido un discurso excesivamente tóxico y colectivista para despertar una identidad dentro de sus fieles en contra de todo aquello que pueda estorbarle. Tal como es el caso de la pequeña, mediana y gran empresa, donde el Estado -en una de sus tantas conspiraciones- no ha tenido reparos en acusarlos como uno de los grandes culpables de la enorme crisis hiperinflacionaria y la denominada -por ellos mismos- ‘’guerra económica’’, donde sus discursos llenos de mentiras y odio, dejarían a los de Donald Trump sobre la inmigración como nimiedades.

Ser un empresario y emprendedor en Venezuela es toda una aventura llena de peligros, donde tienen que convivir constantemente con extorsiones a causa de la corrupción y nula seguridad jurídica, tener que -prácticamente- ‘’aceptar’’ que su propiedad pueda ser violentada en cualquier momento por órganos Estatales, como por citar un ejemplo: La SUNDDE, que, sin ningún criterio -más que seguir la tesis de la lucha contra la ‘’guerra económica’’-, puede cerrar locales, sancionarlos, apropiarse de su inventario u obligarlos a liquidarlo al precio que este órgano decida, causándole inmensas pérdidas y, junto con ello, acabando con los incentivos de estos emprendedores. También los azota la inmensa hiperinflación y la dificultad del control cambiario, puesto que, el control errático e improvisado del régimen sobre la economía -gracias a sus controles y regulaciones excesivas-, causan inmensas distorsiones en el mercado que, para muchos, son imposibles de sostener. Por suerte, e irónicamente, este mismo manejo errático de la economía le ha dado pequeños respiros a la empresa privada que aún sobrevive dentro del país, puesto que, el régimen -dependiendo del momento, pero especialmente en los últimos años-  oculta y flexibiliza sus inmensos controles y regulaciones para no generar nuevamente otra desaparición de total de los productos básicos -que ocurrió unas cuantas veces en los últimos años-. Por ahora, Venezuela, no parece que vaya a convertirse en Korea del Norte, pero muchos menos parece que en el corto plazo vayamos a ver medidas que verdaderamente puedan detener el declive económico y aumentar las libertades, peor aún, si el régimen cree que estas pueden poner en riesgo su -ya de por sí frágil- estabilidad política y social.

‘’Economic Freedom of the World 2017’’ por Fraser Institute.

‘’Venezuela está muy lejos de ser un paraíso de libertad’’.

Ahora, hablemos de aquellas libertades que han pasado más desapercibidas por el debate social -ante la inmensa crisis que posee la nación sudamericana-. Y es que, Venezuela está muy lejos de ser un ejemplo en muchas libertades sociales y morales, puesto que, el gobierno a pesar de denominarse izquierdista, está muy lejos de parecerse a sus similares de la izquierda -que tienden a ser un poco más progresistas o liberales en estos aspectos-, ya que sigue manteniendo como un tabú temas muy comunes en los países más libres y desarrollados, como por ejemplo: La libertad reproductiva y de género, los derechos de las las minorías, flexibilidad ante las drogas blandas y duras, el aborto, la eutanasia, el porte de armas para la autodefensa personal, la gestación subrogada, entre otros. Donde no solo se intentan controlar ciertas libertades – de las ya mencionadas- para su beneficio y alejarse de la polémica en un país profundamente religioso, sino que, realmente piensan de dicha forma, ya que el propio mandatario -y muchos de sus partidarios- ha expresado en múltiples posiciones retrogradas en torno a estos temas.

Sin ir más lejos -y para citar un par de ejemplos- en Venezuela temas como el aborto solo están permitidos para salvar la de vida de la madre (Artículo 435), sin siquiera tomar en cuenta casos como la violación sexual o la malformación congénita del feto incompatible con la vida. Y, aun peor, ignorando la libertad de la mujer sobre su propio cuerpo. También podemos hablar de las minorías sexuales, quienes no gozan de las mismas libertades y derechos que el resto de sus conciudadanos: como los adoptivos, de unión civil y el servicio militar. Donde, incluso, este último cuenta con una normativa que no solo es usada para discriminar, sino para enjuiciar a todo aquel militar que cometa actos sexuales contra natura tipificado en el artículo 565 del Código Orgánico de Justicia Militar vigente desde 1998.

En definitiva, Venezuela está secuestrada por un régimen profundamente totalitario y colectivista que no cumple su función de salvaguardar y proteger. Un régimen que vendría a ser -básicamente- lo contrario a lo que los liberales queremos construir como modelo social, político y económico. Porque la libertad, es la base fundamental para de ciudadanos íntegros: capaces de construir sus propios proyectos de vida, y sentirse rodeados de una sociedad donde las diferencias no son un problema, sino aquello que nos hace únicos y especiales, permitiendo que cada uno pueda asociarse libremente y explotar esas cualidades únicas en conjunto.

Esta publicación expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente representa la posición de Students For Liberty Inc. En el Blog EsLibertad estamos comprometidos con la defensa de la libertad de expresión y la promoción del debate de las ideas. Pueden escribirnos al correo [email protected] para conocer más de esta iniciativa.

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