Realizando un análisis de la evidencia mostrada en la parte 1, podríamos concluir lo que Bobbio (2014) encontró al examinar las obras del profesor J.A. Laponce: “Si bien el concepto de derecha aludía a lo sagrado, existían otras concepciones como el orden jerárquico y la actitud tradicionalista que mira con buenos ojos la continuidad. No es fortuito que la religión se ubique a la derecha. La peculiaridad del término derecha acabó coincidiendo con una dimensión vertical”. Una mirada vertical implica que, como mínimo, no somos iguales.
En los órdenes anteriores a la modernidad, el eje vertical aludía a una integración jerárquica que se quebró con la llegada de la modernidad. Los estamentos desaparecieron, dando lugar a minorías y mayorías. La sociedad pasaría a ser un conjunto de fragmentos organizados desde un eje horizontal en virtud de una ‘igualdad’ formal (Laje, 2022). Pese a esta horizontalidad de la política, algo quedó de la noción tradicional de derecha: la desigualdad o la no igualdad.
Esto nos conduce a la noción de derecha de Bobbio que se planteó al inicio. Es importante precisar que, si bien la derecha y el conservadurismo pueden estar relacionados -como en la actitud tradicionalista que impregnaba la noción de derecha ‘primordial’. No debemos cometer el error de equiparar ambos conceptos de manera simplista. Confusión en la que incurrió Bueno (2008) al escribir que ‘la derecha se considera conservadora del orden’.
Sostengo que aquella inexactitud proviene de la unión de diferentes aspectos que tenía el concepto de derecha como señaló J.A. Laponce: orden jerárquico, sacralidad y continuidad de la tradición. El orden jerárquico -lo diferente, lo que no es igual- estaría ligado a la faceta política; lo sagrado, a la cuestión religiosa y lo tradicional, a un enfoque conservador.
Por esa razón, la derecha no trata de ‘conservar’ ningún orden. En último término, ¿puede el ser humano escapar de su naturaleza desigual? Si aceptamos que somos libres -algo que cualquier liberal debería dar por sentado-, nuestras decisiones nos llevarán por caminos distintos. En otras palabras, como consecuencia de que el humano posee libertad, estamos condenados a ser diferentes.
Aclarada la cuestión anterior, me permito responder una interrogante que remite al inicio de este texto. ¿A qué se refieren los medios de comunicación, tradicionales o alternativos, cuando califican de ‘ultraderecha’ o ‘extrema derecha’? Una columna interesante de la BBC nos da la respuesta: ‘la derecha radical [extrema o ultra] es más conservadora en lo moral y pone mucho más acento en las cuestiones que tienen que ver con, por ejemplo, la eutanasia, el aborto o la familia tradicional’. Por la misma línea se dirige la opinión del creador de contenido y doctor en filosofía, Darin McNabb, al decir que ‘[los ultraderechistas] tienden a ser fuertemente nacionalistas, son religiosos y culturalmente muy conservadores’. Son estos ejemplos -y muchos más- que nos muestran el inminente desconocimiento teórico de lo que significa la derecha.
En conclusión, la génesis de la derecha se remonta a los inicios de la cultura humana y no se puede reducir solo a su origen francés como explicación última. Inicialmente, la derecha estuvo relacionada con conceptos religiosos y conservadores; sin embargo, con la modernidad, esos aspectos se separaron hasta llegar a su definición más pura: la no igualdad. Así, la derecha es una postura dentro de la filosofía política que defiende la no igualdad como principio organizador de la sociedad. En lugar de promover la igualdad de oportunidades, se enfoca en garantizar oportunidades para todos dentro de un marco que acepta y gestiona las desigualdades preexistentes. No busca nivelar las condiciones, sino de permitir que cada individuo pueda prosperar a su ritmo.
Considero que aquellos que nos sentimos identificados con la filosofía de derecha, no deberíamos agachar la cabeza ante burdos adjetivos como ‘ultraderecha’, ‘extrema derecha’ o ‘derecha radical’. Quienes utilizan estos calificativos, suelen desconocer su significado. En definitiva, ciencias como la biología, la psicología, la antropología, y demás disciplinas, claman a una sola voz: ¡somos diferentes!, ¡seámoslo siempre!
Bibliografía
Bobbio, N. (2014). Derecha e izquierda: Razones y significados de una distinción política. Taurus.
Capó, D. (2024, enero 10). No hay ni izquierdas ni derechas. Diario de Mallorca. https://www.diariodemallorca.es/opinion/2024/01/09/hay-izquierdas-derechas-96714152.html
Hubeñak, F. (2012). Derecha e izquierda en la historia. https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/2999
Laje, A. (2022). La batalla cultural: Reflexiones críticas para una Nueva Derecha. HarperEnfoque.
Molina, F. R. (2023, noviembre 20). El ultraderechista Milei arrasa en las elecciones y Argentina da un salto a lo desconocido. Ediciones EL PAÍS S.L. https://elpais.com/argentina/2023-11-20/el-ultraderechista-milei-arrasa-en-las-elecciones-y-argentina-da-un-salto-a-lo-desconocido.html
RFI. (2024, agosto 26). Macron retoma con la extrema derecha las consultas para nombrar un gobierno en Francia. Rfi.fr. https://www.rfi.fr/es/m%C3%A1s-noticias/20240826-macron-retoma-con-la-extrema-derecha-las-consultas-para-nombrar-un-gobierno-en-francia
