En respuesta a “No matar la industria nacional”
Es importante comprender la situación que lleva adelante nuestro país para entender porque suceden ciertos eventos. Algunas de estas características son; somos un infierno fiscal, compadecemos de excesiva burocracia y regulaciones al mercado en comparación con otros países. Lo que causa que no existan incentivos económicos los cuales son esenciales para la economía, añadir que los costes de transacción son muy altos. Resultado de esto, somos una de las economías más informales del mundo.
Sebastian Crespo Postigo. Voluntario Estudiantes por la Libertad Bolivia. Estudiante de Ingeniería Económica. |
Es importante comprender la situación que lleva adelante nuestro país para entender porque suceden ciertos eventos. Algunas de estas características son; somos un infierno fiscal, compadecemos de excesiva burocracia y regulaciones al mercado en comparación con otros países. Lo que causa que no existan incentivos económicos los cuales son esenciales para la economía, añadir que los costes de transacción son muy altos. Resultado de esto, somos una de las economías más informales del mundo.
Es momento de cuestionarnos, ¿Realmente es el empresariado es culpable de que no se formalice y tengan que optar a satisfacer las necesidades del demandante final de una manera ilícita?
La respuesta es clara y contundente, por supuesto que no, el Estado tiene la culpa. Si todas las características previas no existirían, estoy seguro que existirán mayores empresas formalizadas y no cerrarán cada vez más como muestran lo estudios.
Así aparece el contrabando, una acción que da respuesta a la falta de libre comercio y mientras no tengamos esa libertad económica, no tendremos una industria nacional competitiva.
La ropa usada (de comercio informal) a la que hace alusión el economista Gary Rodríguez en su artículo “No matar la industria nacional”, no existiría si no hubiera una demanda, ya que el consumidor final opta por esta opción debido a su relación calidad/precio y este mismo es conveniente para sus preferencias. Es este mismo conjunto de individuos que en su libre decisión buscan satisfacer sus necesidades buscando siempre la mejor opción.
Citó también palabras de un economista boliviano, Mauricio Ríos y el menciona:
“Para que la industria nacional sobreviva primero debe haber absoluta flexibilidad laboral y productiva, además de -por si no fuera obvio- libre comercio.”
Dado lo que menciona Mauricio, es innegable que el contrabandista es el benefactor del consumidor final, además que igual con su actividad aporta al lugar donde la lleva a cabo.
Esta columna no es más que un ataque a ideas tan esenciales y necesarias hoy en nuestra país, ideas que promuevan el libre comercio. Porque de no ser por la excesiva regulación estatal, estoy seguro que todas esas personas que crean riqueza, se formalizarán.
“Estatismo cero” es mi respuesta y no es concebible que usted plantee un mercantilismo puro y duro, no podemos volver a ideas tan caducas en estos tiempos.
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Esta publicación representa únicamente las opiniones del autor y no necesariamente la posición de Students For Liberty Inc. En el Blog de Estudiantes por la Libertad abogamos por el respeto a la libertad de expresión y el debate de las ideas.