El ataque al periodismo independiente marcha a toda velocidad. Intimidar, perseguir, criminalizar, castigar y si pueden, encarcelar a los periodistas que no se callan ni se arrodillan es un objetivo histórico del kirchnerismo. Colonizar la justicia y criminalizar la libertad de expresión son las puertas que conducen hacia el chavismo K.
Mientras tanto apelan a sus instrumentos de siempre: el látigo y la billetera de la pauta, la estigmatización, la amenaza y el insulto de los grupos de tareas de las redes, el invento de causas y las querellas a los cronistas y el maltrato permanente. El inciso “e” del artículo 72 de la reforma judicial, no anda con vueltas. Si a un juez le molesta la información de un caso o la opinión de algún columnista, puede denunciar que se trata de una presión. Una locura censuradora y autoritaria, casi sin antecedentes.
Una falsedad del tamaño del Congreso de la Nación. Quieren domesticar y hacer arrodillar a los verdaderos trabajadores de prensa que buscan la verdad y nada más que la verdad. El barbijo no puede ser una mordaza. La libertad para informar y opinar es un derecho que tienen los ciudadanos.
El último misil contra los medios para poder controlar sus contenidos fue el Decretazo de Alberto que intervino las telecomunicaciones desde el estado. Declaró servicio público a Internet, TV por cable y telefonía. Y de paso congeló las tarifas hasta fin de año. Una medida retrógrada, casi sin antecedentes en el mundo que bloquea todo tipo de inversión para la innovación y deja a tiro de tarifas a los medios que tienen acciones en esas empresas tecnológicas.
Es un despropósito el decretazo que declara servicio público a internet, cuando el 83% tiene conexión a las redes y solo el 70% posee gas y cloacas. Ni Cristina como presidenta se animó a tanto. Hasta China tiene precios liberados y competencia entre tres grandes empresas prestadoras. Cristina castiga siempre la meritocracia, la iniciativa privada y la inversión. Por eso va contra el campo, la comunicación y la economía del conocimiento. Su modelo es un estado que controle todo, aunque se quede sin petróleo como le pasó a Nicolás Maduro. De hecho, gobernaron 33 de 37 años en la provincia de Buenos Aires y falta agua, asfalto y sobra exclusión y narcotraficantes. ADEPA, que agrupa a 180 entidades periodísticas avisó que “combatir a la prensa no mejora la justicia”.
Está claro que el decretazo, solo es una necesidad y una urgencia del poder y no del país. Y también está claro que la libertad de expresión, es la madre de todas las libertades. Atentar contra los medios es un crimen de lesa libertad y un patoterismo de Estado del nacional populismo. No es una casualidad que nuestro himno nacional comience diciendo: “Oid mortales, el grito sagrado, Libertad, Libertad, Libertad”. Esa es la verdadera intención y, por eso, nuestra lucha no puede claudicar. Sigamos en las calles, no seamos Venezuela!
Esta publicación expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente representa la posición de Students For Liberty Inc. En el Blog EsLibertad estamos comprometidos con la defensa de la libertad de expresión y la promoción del debate de las ideas. Pueden escribirnos al correo [email protected] para conocer más de esta iniciativa