Libertad de expresión en entornos polarizados ¿Cuáles son los retos para Latinoamérica?

En las últimas décadas, la libertad de expresión ha llegado a reconocerse como un pilar esencial para el progreso de la sociedad y así desarrollar sociedades libres. Cuando hablamos de este tema, no nos referimos solamente al poder de alzar nuestra voz sin ningún temor, sino que nos referimos a que podamos garantizar que todas las personas tengan la misma posibilidad de alzar su voz, logrando poder expresar sus ideas inclusive si estas, en algún determinado momento resultan ser incómodas. En Latinoamérica, este derecho ha llegado a cobrar una importancia representativa debido a que cuenta con una historia que ha sido marcada por dictaduras militares, así como populismos autoritarios y democracias que han terminado incompletas durante la historia.

Hoy día, en la región entera nos enfrentamos a un reto extra: la polarización extrema. Debido a que en medio de discursos políticos completamente radicalizados, medios de comunicación que se encargan de amplificar divisiones y sobre todo gobiernos que solo buscan lograr tener un control de la narrativa pública, el ejercicio de la libertad de expresión se ve en una constante amenaza. En este artículo analizaremos cómo la polarización consigue que este derecho se vaya erosionando, con lo cual surge la pregunta ¿Cuáles son los desafíos a los que nos enfrentamos en pleno siglo XXI y qué con qué papel cuentan los jóvenes para lograr defenderla?

La libertad de expresión y su historia en Latinoamérica

Una lucha constante por la libertad de expresión en la región de Latinoamérica se remonta desde los procesos de independencia, en donde la prensa y los medios jugaron un papel fundamental al momento de difundir las ideas republicanas y liberales. Sin embargo, después de la independencia, muchos países llegaron a caer en regímenes autoritarios los cuales limitaron de manera muy dura el derecho de la libertad de expresión.

Durante el siglo XX, específicamente hablando de la época de las dictaduras militares en países como por ejemplo Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, la censura llegó a convertirse en una política que trabajaba de manera sistemática, debido a que durante este periodo existieron muchos casos de periodistas quienes fueron perseguidos, medios cerrados completamente controlados por el gobierno y libros de texto que fueron prohibidos. Una voz disidente llegaba a ser considerada un enemigo del Estado.

Con el retorno de las democracias en los años 80´s y 90´s, se abrieron nuevas oportunidades para los países, pero la herencia de tener control y autoritarismo nunca desapareció del todo. inclusive hoy día, muchos países mantienen prácticas restrictivas las cuales disfrazan de legalidad.

El impacto de la polarización actual

Cuando hablamos de polarización es un fenómeno que va más allá de las diferencias políticas normales que conocemos. Ya que se trata de una división tan profunda que logra convertir a quienes piensan distinto en enemigos irreconciliables. En este escenario, la libertad de expresión se ve limitada de dos formas precisas: por la represión del Estado o por la presión social las cuales son las más comunes.

En países como por ejemplo Venezuela, Cuba o Nicaragua, el control que tiene el estado sobre los medios impide que se escuchen voces contrarias al régimen actual. En democracias, si hablamos de México, Argentina o Chile, la polarización social provoca hostilidad hacia quienes disienten, produciendo por así decirlo una autocensura por miedo a represalias sociales.

La consecuencia al final de esto es una ciudadanía más informada y un debilitamiento de la capacidad crítica la cual es necesaria para sostener una democracia sana.

Nuevas formas de censura en el siglo XXI

La censura en pleno siglo XXI ya no siempre se presenta de una forma obvia. Hoy día las redes sociales y los algoritmos digitales juegan un papel muy importante. Las cuales veremos a continuación:

●  Censura estatal: los gobiernos que aprueban leyes enfocadas en la “desinformación” pero que, en la práctica, ellos se encargan de convertir en herramientas para silenciar a quienes se oponen.

●  Censura social: tenemos un claro ejemplo con la cultura de la cancelación y la intolerancia en redes sociales las cuales llevan a que personas con opiniones divergentes se enfrenten a campañas de odio y esto lleva a que pierdan sus espacios.

●  Sesgos digitales: con estos podemos ver como los algoritmos tienden a mostrarnos solo lo que refuerza nuestras creencias, así como únicamente nuestros intereses, creando por así decirlo cámaras de eco que alimentan la polarización.

Libertad de expresión y democracia

Tenemos claro que la democracia no puede sobrevivir sin libertad de expresión. Debido a que este derecho garantiza que los ciudadanos puedan lograr fiscalizar a sus gobiernos, hacer que la prensa investigue actos de corrupción y así mismo que existan debates abiertos sobre políticas públicas.

Cuando en la sociedad se pierde la libertad de expresión, también perdemos la posibilidad de un control ciudadano sobre el poder. Contamos con ejemplos claros de regímenes autoritarios en donde la propaganda reemplaza al periodismo y las críticas se han visto criminalizadas.

El rol de los jóvenes y la sociedad civil

Cuando hablamos de la juventud latinoamericana, esto juega un papel crucial en la defensa de este derecho. Debido a que los jóvenes lideran movimientos sociales, así mismo crean medios digitales independientes y se enfocan en utilizar las redes sociales para denunciar abusos.

Las universidades, históricamente, han sido espacios abiertos de debate, aunque actualmente también se han tenido que enfrentar a tensiones por la intolerancia ideológica. Defender la pluralidad que existe en estos espacios es vital para lograr formar ciudadanos libres.

Además de esto, los jóvenes emprendedores culturales y tecnológicos hoy día están creando plataformas que amplifican las voces marginadas, demostrando así que la innovación puede ser una gran aliada de la libertad.

Caminos hacia una Latinoamérica más libre

Para fortalecer y defender la libertad de expresión en entornos polarizados, necesitamos cambios estructurales y culturales como, por ejemplo:

Instituciones sólidas que se enfoquen en proteger a periodistas y se les garantice independencia judicial.

Educación en pensamiento crítico que se encargue de enseñarles a diferenciar información confiable de propaganda.
Una cultura ciudadana con los pilares de respeto y tolerancia, en donde se valore el disenso como una parte esencial del progreso.
Conclusión

La polarización puede ser un gran obstáculo en la actualidad, pero no es algo irreversible. Defender la libertad de expresión significa que debemos defender el derecho de toda persona a pensar, crear y soñar con un futuro distinto al que conocemos. Debemos tener claro que sí, Latinoamérica busca lograr un avance hacia una sociedad más libre y próspera, primero se debe de comprender que el primer paso es lograr garantizar que todas las voces incluso las que nos parezcan incómodas, tengan un lugar en el debate público. Recordemos que los jóvenes tienen una oportunidad histórica de liderar esta defensa de la libertad de expresión, y no deben hacerlo solo por su generación, sino para las que vienen en el futuro. 

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