Parte I – Relación
A lo largo de la historia, existieron figuras relevantes y movimientos políticos de orientación liberal que han participado activamente en la política. Desde la independencia de los Estado Unidos de América hasta el movimiento contra el comunismo soviético, el liberalismo ha sido un motor de cambio político muy importante en la historia.
Empecemos por decir que el liberalismo, como corriente política, económica y moral, defiende la libertad individual y la limitación del poder estatal. Tanto en su vertiente política como económica, el liberalismo se basa en principios como la igualdad de derechos, la propiedad privada, la economía de mercado y el respeto por los derechos individuales y las libertades civiles. De esta forma, el liberalismo promueve un sistema donde el Estado tiene un papel limitado en la vida de los individuos, fomentando su autonomía y la responsabilidad individual de cada ciudadano.
Muy por el contrario, podemos darle una definición bastante amplia a la política, refiriéndonos a ella como una actividad o arte para el ejercicio del poder público; ya sea que se busque ejercerlo, preservarlo/mantenerlo, modificarlo o disminuir dicho poder. Normalmente solemos relacionar a la política sólo con el control del Estado, en cualquier nivel que este pueda tomar (Estados municipales, distritales, provinciales, nacional, etcétera). Pero solemos olvidarnos que puede haber un ejercicio de la actividad desde la sociedad civil, principalmente con organización sin fines de lucro como “Atlas Network”, “Cato Institute”, o el mismo “Students For Liberty”; aqui en Argentina son conocidas muchas otras como “Libertad y Progreso”, “Club de la libertad”, o el “Movimiento Liberal Argentino”; todas estas organizaciones ejercen en alguna medida una actividad política, y la mayoría lo hace de forma apartartidaria, sin apoyar a un candidato o partido político.
No necesariamente, contrario a la creencia común de que el liberalismo rechaza la política en su totalidad, en realidad no lo hace, sino que, como he dicho anteriormente, la ejerce. Busca limitar su alcance y poder, protegiendo así los derechos individuales. El liberalismo reconoce la necesidad de la política como un medio para, por ejemplo, establecer leyes “justas”; aunque todo liberal debe reconocer que existe un peligro inalienable a la política, la concentración del poder, por tal motivo es que se busca evitar la concentración excesiva de poder y la intervención del Estado en la vida de los ciudadanos.
Es importante destacar que, dentro del liberalismo, existen diferentes corrientes y enfoques; no todos los liberales comparten las mismas posturas sobre está participación política. Debido a estas posturas la participación política de los liberales ha sido objeto de debate interno. Algunos consideran que la participación electoral es una forma legítima de promover y defender los principios liberales. Se puede argumentar a favor de la participación electoral como una manera de influir en las políticas públicas y promover reformas desde dentro del sistema, buscando así, que el sistema actual se transforme en uno que cumpla con mínimos estándares de libertad individual; mientras que otros argumentan que la participación política puede dar lugar a la corrupción y, por lo tanto, a la dilución de los valores liberales, sosteniendo que la política electoral puede conducir a compromisos ante el electorado que diluyan los principios liberales cayendo en una especie de “populismo liberal”.
Esta tensión entre estas posturas refleja el desafío de encontrar un equilibrio entre la participación política y la defensa de los valores liberales. No podemos, ni debemos, ignorar los casos históricos, como los que he mencionado al principio, donde el liberalismo ha tenido un papel protagónico, ya que estos muestran que es posible conciliar los principios liberales con la participación política para impulsar reformas y cambios positivos; y que el liberalismo no es solo una idea plasmada en un libro, lleno de polvo, en lo alto de una vieja biblioteca, sino que son ideas que han visto la luz del día y se han llevado a la práctica.
