La administración del presidente Javier Milei y el Ministro de Economía Luis Caputo, han alcanzando un hito histórico en Argentina y clave para normalizar un país devastado por el excesivo gasto público y la consecuente deuda externa. Este cambio ha significado un cambio radical en la política fiscal de Argentina, destacando una gestión rigurosa del gasto público y un enfoque en la consolidación fiscal.
El contexto argentino
La economía argentina obtuvo su último resultado fiscal positivo en septiembre de 2010 en el primer gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner. Un superávit también histórico que comenzó luego de la brutal devaluación y confiscación de depósitos en 2002 por parte del entonces presidente Eduardo Duhalde, un peronista ortodoxo.
Luego de la presidencia de Duhalde, gana un peronista de extrema izquierda como Néstor Kirchner. Para sorpresa de muchos, durante todo su gobierno logró mantener el superávit primario y fiscal. Sin embargo, el gasto público aumentó exponencialmente año tras año como parte de sus políticas de izquierda.
Pero finalmente, en 2007 llegó Cristina Fernandez de Kirchner al gobierno nacional y la estabilidad económica de Argentina empezaría a cambiar radicalmente. El gobierno de la “exitosa abogada” comenzó a elevar exponencialmente el gasto público cada vez que el mundo atraviesa la crisis de las hipotecas de 2008. Esto llevó a comenzar un ciclo de déficit fiscal consolidado año tras año, llevando a espiralizar el efecto inflacionario y las medidas proteccionistas para contrarrestar el efecto negativo del financiamiento del déficit mediante emisión monetaria.
El gobierno de Cristina Fernandez de Kirchner puede decirse que fue el periodo de mayor destrucción de la Argentina ya que duró 8 años (2 mandatos presidenciales), pero luego llegó el gobierno de Mauricio Macri para demostrar que las cosas se podían hacer aún peor!
Durante los 4 años del gobierno del Ingeniero Macri tuvimos una enorme toma de deuda externa para financiar el déficit primario y disminuir el financiamiento a través de la emisión monetaria. Esto llevó a tener un déficit fiscal insostenible llevando a una grave crisis en 2018 que llevó a una devaluación del 50% en el tipo de cambio. Esto terminó llevando a la Argentina a hacer un acuerdo con el FMI por 50 mil millones de dólares.
Esta gran crisis hizo que el peronismo de extrema izquierda volviera al poder de la mano de Alberto Fernandez, el capitán Beto para muchos. En este periodo podemos observar el gran hito de la pandemia de Covid-19 que marcó su gobierno transformándolo en el peor desde la vuelta de la democracia. La administración del gran “capitán Beto” dejó de pagar la deuda externa y llevó a cabo una reestructuración de toda su deuda liderada por su ministro de economía Martin Guzman, un pasante del filocomunista Joseph Stiglitz. Luego de una desastrosa gestión de la pandemia, la reestructuración de la deuda externa y la inflación, vendría a liderar la economía el abogado Sergio Massa.
Este ministro llevó a la argentina a las más grandes de las locuras inflacionarias mediante la financiación del déficit primario y fiscal mediante la emisión monetaria sin ningún tipo de control alguno. Esto terminaría haciendo que Argentina tenga una inflación de más del 200% en 2023 y un déficit fiscal consolidado de -4.4% del PBI.
El milagro de la motosierra
Luego de más de una década sin lograr un resultado primario ni fiscal positivo, la administración de Javier Milei tenía un desafío colosal por delante. Este desequilibrio y seguidas administraciones desastrosas para la Argentina significaban realizar un feroz ajuste en el gasto público para poder equilibrar las cuentas.
Desde la opinión pública y política, nadie creía que fuera posible lograr un superávit en el primer mes de gobierno. Pero pasó algo…. ¡LLEGÓ LA MOTOSIERRA!
Javier Milei y Luis Caputo lograron hacer el ajuste más grande de la historia moderna Argentina logrando que el país logre un superávit tanto primario como fiscal. Algo inédito en más de 40 años desde el regreso de la democracia.
Sin embargo, nadie creía que esto fuera sostenible en el tiempo y se lograra mantener. Pero mes a mes la administración actual logró mantener un superávit fiscal en todos sus meses de gestión.
A continuación voy a indicar los resultados acumulados mes a mes en números en el año 2024:
Mes | Resultado Primario | Resultado Fiscal |
Enero | 2.337.315,1 | 1.102.005,1 |
Febrero | 3.146.528,2 | 850.103,9 |
Marzo | 3.213.813,5 | 623.569,6 |
Abril | 3.532.750,0 | 666.296,6 |
Mayo | 5.640.405,4 | 1.636.698,9 |
Junio | 4.610.965.6 | 225.347,5 |
Julio | 6.348.282,0 | 884.816,6 |
Agosto | 6.799.215,6 | 335.899,6 |
*En millones de pesos
¿Qué le espera a Argentina?
Claramente el país está en el camino correcto, en el camino de la disciplina fiscal. Un camino muy simple que indica que no se puede gastar más de lo que se recauda. Pero esto es suficiente? Obviamente que no, el país necesita grandes cambios estructurales para lograr la estabilidad y por fin despegar a ser un país normal.
Se vienen años complejos desde lo político para mantener esta disciplina. Javier Milei ha cambiado radicalmente la política pero los cadáveres del despilfarro y la decadencia aún participan de la política argentina. El año que viene se viene un proceso eleccionario que puede significar que el camino que tomamos se pueda consolidar o que reciba graves turbulencias políticas. Todo quedará en manos del pueblo argentino a la hora de votar lo mismo de siempre o si vota ser un país normal y liberal.
¿Cuál es mi recomendación? ¡Ven a Argentina y lucha por las ideas de la libertad que realmente lo estamos logrando!