Ya hace tiempo, en su libro “Liberalismo”, Ludwig Von Mises advirtió las consecuencias del abandono de un orden político liberal por parte de distintos países. Explicó que solo una sociedad basada en principios liberales podría subsistir y permitir el desarrollo de una mejor calidad de vida para todos. Esto por que a diferencia del liberalismo todas las demás ideologías representan intereses particulares, y no buscan el bienestar general, sino que representan a grupos específicos.
“Todos los partidos antiliberales son partidos corporativos, que buscan solo obtener favores para sus propios miembros, sin preguntarse siquiera sino será precisamente esta la causa de la disgregación de toda la estructura de la sociedad”. Como las demás ideologías políticas buscan usar la fuerza del Estado para conseguir beneficios o privilegios el resultado final de la aplicación de sus propuestas siempre es el conflicto entre miembros de la sociedad. Esto por que nada de lo que el Estado de a un grupo puede no sacárselo a otro antes. “No podrían negar ni por un momento que toda su conducta en último análisis es antisocial y destructiva, y que un sistema social nacido del choque de estos particularismos se revelaría imposible…”.
La consecuencia ultima de la acción de partidos políticos antiliberales es la guerra civil. En Argentina, por ejemplo, vemos una sociedad que está completamente polarizada y dividida entre distintos grupos que buscan beneficiarse a costa de todos los demás. Todos buscan a través de la fuerza maximizar sus privilegios sin importar quien salga perjudicado. La gente corta calles, amenaza a otros grupos, destruye plazas y monumentos, etc. El caso argentino es otro de los tantos que demuestran como la intervención estatal CORROMPE a las sociedades.
Por suerte Mises también tiene una solución para esto: “El liberalismo no tiene nada en común con todos estos partidos; mas bien, es exactamente lo contrario. No promete a nadie ventajas particulares y pide a todos que se sacrifiquen para mantener viva la sociedad. Naturalmente estos sacrificios -que más exactamente deben definirse como renuncias a ventajas particulares- son sólo provisionales y no tardan en ser recompensados por ventajas mayores y permanentes”. La solución que ofrece el liberalismo puede ser dura en un principio, pero trae grandes beneficios para todos en el mediano y largo plazo. El del liberalismo es el único camino que promete un orden social pacifico y una mejor calidad de vida para el conjunto entero de individuos que forman parte de la sociedad. Y es la vacuna que nos puede salvar de vivir en una sociedad en constante conflicto.
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