La izquierda que critica el capitalismo a menudo cae en la falacia del equívoco, es decir, siempre que hablan de capitalismo, en realidad se refieren al mercantilismo. Por ejemplo, el partido comunista de “Perú Libre”, sostuvo la retórica de que en Perú tuvimos 200 años de capitalismo y en las últimas décadas un funesto “neoliberalismo”. Por eso, vamos a analizar algunos aspectos de la historia del Perú, en especial del periodo de la “República Aristocrática”, para mostrar que muchas de las medidas que se adoptaron son las mismas que la izquierda quiere aplicar en la actualidad. 

Primero, el término “neoliberalismo” no tiene rigor académico, es parcial y subjetivo, utilizado solo por los intelectuales de izquierda para referirse a todos los males de la sociedad más o menos capitalista, cayendo así en la falacia del Hombre de Paja. Y si lo asumimos como equivalente del capitalismo o el liberalismo, caeríamos en un equívoco, porque como se ha dicho, en última instancia están hablando del mercantilismo. Ahora, el capitalismo entendido como un modelo de libre mercado es alternativo al mercantilismo porque surge, justamente, como una crítica a los sistemas mercantilistas de la Edad Media, eso se puede evidenciar en el libro IV de “La Riqueza de las Naciones” de Adam Smith, de tal manera que no son lo mismo. Las características del mercantilismo de acuerdo con los autores de “El Otro Sendero” se pueden resumir de la siguiente manera:

  1. El bienestar económico del Estado solamente puede ser asegurado por reglamentación gubernamental de carácter nacionalista.
  2. Para lograr sus objetivos el Estado mercantilista concede privilegios por medio de reglamentaciones, subsidios, impuestos y licencias. Crea monopolios y funciona siempre con las grandes empresas. 
  3. El acceso a la empresa está limitado a aquellas personas o grupos que tienen vínculos políticos y pueden retribuir al gobierno el privilegio de operar una empresa legal. Así, en el mercantilismo los empresarios y trabajadores cada vez pasan más tiempo haciendo política, quejándose, adulando y negociando.
  4. El mercantilismo favorece explícitamente a algunos y perjudica a otros a través de malas leyes.

De esta manera, en el mercantilismo no hay libre mercado. Para que una sociedad sea capitalista, si se quiere reducir de alguna manera el capitalismo, no es suficiente que haya empresas o mercado, es necesario que haya libre mercado. Tiene que haber un Estado de derecho en el sentido de que haya una igualdad ante la ley (lo que no puede haber si hay privilegios como en el mercantilismo). El tamaño del Estado tiene que ser lo más mínimo posible para que se encargue solamente de seguridad y justicia, y en la presentación del liberalismo clásico, tal vez encargarse de obras públicas y cumplir su rol subsidiario de manera estrictamente excepcional y provisional con los más pobre. 

Sobre el autor…
Kevil Frank Quispe Quispe, egresado en historia de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco.

Segundo, muy a pesar de la opinión de muchos intelectuales de izquierda, en los dos siglos de historia republicana de Perú, ha sido eminentemente mercantilista. No hubo nunca capitalismo. Tal como diría De Soto (2009): “Sin caer en un historicismo simplista, no debemos olvidar que nuestro presente (1986) es también resultado de una larga tradición mercantilista que nos viene de España.” (p. 270). Por ejemplo, podemos recordar el Contrato Dreyfus (1869) que cumple con todas las características del mercantilismo, porque se ha entregado en monopolio la explotación del guano de isla. De la misma forma, el Contrato Grace (1888). Ahora, si revisamos el periodo de la “República Aristocrática” (1895-1919) encontramos que hubo un predominio del Partido Civil, por lo que Basadre (1999) escribió lo siguiente: “Como había ocurrido entre 1872 y 1879 y en 1890, pertenecer a este partido a finales del siglo XIX y a principios del XX confería prestigio.” (p. 2437). En torno al Partido Civil se había consolidado una casta política dominante y estaba conformado por intelectuales, dirigentes, políticos, personeros de las altas clases y gentes vinculadas a actividades económicas y hacendarias. Muy característico del mercantilismo, donde se coluden la casta política y la élite económica para su beneficio mutuo y en perjuicio de otros. En este sentido, de acuerdo Basadre, podemos notar algunas características de este periodo:

  1. Aumento del gasto público. Una “brusca aceleración en el proceso de crecimiento presupuestal” y “un aumento espectacular en los porcentajes de los gastos dedicados a los ramos de Instrucción y Fomento”.
  2. Aumento de los sueldos de numerosos empleados y funcionarios.
  3. Aumento de la deuda externa. Comienza una nueva época de préstamos en el exterior, con el empréstito de 600.000 de libras (1904) y otro de 3.000.000 de libras (1906), después de intensos debates en el Congreso. 
  4. Más impuestos. La creación de impuestos sobre el consumo del azúcar y de los fósforos (1904). Se aumentó la tasa de impuestos sobre el alcohol (1903). Nuevo impuesto al tabaco (1904).
  5. Proteccionismo. Por ejemplo, la nueva forma de recaudación del impuesto al tabaco estaba acompañado con su estanco. Es decir, se favoreció a la industria tabacalera nacional en perjuicio de las extranjeras, se eliminó la libertad de industria al dar el privilegio a la industria nacional a cambio de una nueva tasa de impuestos. 
  6. Creación del Ministerio de Fomento la dirección de salubridad en 1903, a raíz de la llegada de La peste bubónica. 

Entonces, se puede decir que hubo un aumento en el presupuesto y el gasto público, por lo que naturalmente se tenía que recaudar más dinero, por eso aumentaron impuestos y recurrieron a la deuda externa; aun así, hubo déficit fiscal en algunos años. Por su parte, la oposición hizo su trabajo y se opuso al préstamo en el exterior, al aumento de impuestos, buscaron atraer capitales extranjeros, pero sin éxito. Aunque, en algunos casos, se exoneró el derecho de pago de importación para beneficiar a algún sector. 

Lo que vemos es que, se ha tratado de solucionar todos los problemas de la sociedad siempre a través del Estado, como si nada fuera posible sin el Estado; así fue cuando llegó La peste bubónica en 1903, casi instintivamente crearon un nuevo Ministerio para enfrentar la situación; así fue cuando ocurrió la crisis monetaria en 1906, no encontraron otra solución que controlar y regular. Y como si esto fuera poco, crearon un Banco (Central) de Reserva (1922), que viene del manual comunista de Marx, para tener aún más control sobre la economía. Nunca dieron lugar al libre mercado de manera sistemática. Sin haber consolidado un Estado de derecho que garantice la igualdad ante la ley, la seguridad y la justicia, quisieron encargarse de otros asuntos a través de un Estado fallido.

Estos ejemplos, excepto la última, corresponden a la primera parte del periodo de la “República Aristocrática”, y si revisamos más a lo largo de la historia de Perú, podemos afirmar, sin lugar a dudas, que ha sido predominantemente mercantilista. Aunque en las últimas décadas tuvimos más apertura al libre mercado que permitió cierto crecimiento y estabilidad económica, en realidad nunca nos hemos despojado completamente de la tradición mercantilista, el tamaño del Estado se hacía cada vez más grande, por lo que el gasto público también crecía. 

Tercero, la izquierda, a pesar de decir estar en contra del sistema (mercantilista), insiste mucho en aplicar medidas características del sistema que tanto critican. El actual ministro de Economía de Perú, Pedro Francke, estando en campaña, dijo que controlando el mercado controlaría la inflación; la misma medida que se ha aplicado en el pasado y fracasó en todos los casos. Y ya estando en el Gobierno, en su presentación ante el Congreso sobre el presupuesto 2022, mostró sus claras intenciones de aumentar el gasto público y los impuestos: “Nuestra intención como Gobierno, es hacer y tomar una serie de medidas tributarias que permitan aumentar los ingresos del tesoro, particularmente los ingresos tributarios que son ingresos permanentes, que nos permite tener una política de mediano y largo plazo.” Y esto fue suscrito por algunos congresistas, como Sigrid Bazán, quien dijo: “Como en algún momento dijo el ministro Francke, no podemos inventar el dinero, entonces yo creo que ahí es importantísimo el poder generar consensos en algo que ya se está avanzando desde la comisión de Economía, que es ampliar la base tributaria.” Luego agrega más enfáticamente: “No podemos inventar el dinero, necesitamos ampliar la base tributaria.” Además, Pedro Francke, pidió ante el Congreso un endeudamiento público para cubrir el déficit fiscal. Por su parte, el presidente de la República, en su primer mensaje a la nación anunció la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología. 

Si bien estos son ejemplos concretos, no son casos aislados ni excepciones. La esencia de las políticas de izquierda se puede compaginar sin mayores obstáculos con el mercantilismo. Por ejemplo, Marx fue crítico con el mercantilismo, pero no podemos ignorar que, en sus 10 recomendaciones para llevar a cabo su revolución, figura en el número 2: “Impuesto fuertemente agresivo.” Así mismo, en el número 5 recomienda la “Centralización del crédito poniéndolo en manos del estado, mediante un banco nacional con capital del estado y monopolio exclusivo.” Una medida adoptada por el mercantilismo peruano en 1922.  Por demás, en el Ideario del Partido político de “Perú Libre” están contemplados el aumento de los impuestos; el aumento del presupuesto, es decir, más gasto público; el proteccionismo otorgando privilegios a las empresas nacionales en perjuicio de las extranjeras; la declaratoria en estado de emergencia de la educación, que fue hecho efectivo con el Decreto supremo N°014-2021-MINEDU. Todo esto muestra que, al igual que en la “República Aristocrática”, no pueden concebir ninguna solución para todos los problemas que muchas veces fueron causados por el mismo Estado, si no es a través de más Estado.

En realidad, la cercanía de la izquierda con el mercantilismo no es extraña. La izquierda tiene en sus entrañas la idea de planificar, regular y controlar a través del Estado; si no es que termina favoreciendo a las grandes empresas, el Estado se vuelve en la gran y única empresa. De esta manera encaja perfectamente con el mercantilismo donde “el bienestar económico del Estado solamente puede ser asegurado por reglamentación gubernamental de carácter nacionalista”. Ahora, es pertinente aclarar los matices que tiene el mercantilismo de izquierda y de derecha. Al respecto, De Soto (2009) señala lo siguiente:

Sin embargo, entre el mercantilismo de derecha y el de izquierda existen, por supuesto, diferencias: unos gobernarán para servir a la inversión extranjera o ayudar a las empresas nacionales, y otros para redistribuir el bienestar hacia los más necesitados. Pero en todos los casos lo harán con malas leyes, favoreciendo explícitamente a algunos y desfavoreciendo a otros. (p.273)

En suma, a finales del siglo XIX e inicios del XX, después del trauma de la guerra del pacífico, surgieron o resurgieron industrias y fábricas; por lo que se podría decir que era un buen momento para la industrialización de Perú. Sin embargo, en lugar de consolidar un Estado de Derecho y abrir el mercado libre para que vengan más inversiones al Perú; en lugar de emular el modelo económico argentino con la Constitución de Alberdi en la segunda mitad del siglo XIX, que le convirtió a Argentina en uno de los países más prósperos del mundo; en lugar de eso, en Perú decidieron aferrarse a la tradición mercantilista, con las mismas medidas que la izquierda actual busca aplicar con tanta desesperación. 

Bibliografía

Basadre, J. (1999). Historia de la República del Perú (T. X). Lima: Universidad Ricardo Palma y La República.

Basadre, J. (1999). Historia de la República del Perú (T. XII). Lima: Universidad Ricardo Palma y La República.

Bazán, S. (2 de Septiembre de 2021). Sesión del Pleno del Congreso – 02/09/2021. (You Tube) Obtenido de Sigrid Bazán: https://youtu.be/CeB22YBlHws

Castillo, P. (28 de Julio de 2021). Primer Mensaje a la Nación del presidente Pedro Castillo – 28/07/2021. (You Tube) Obtenido de TVPerú Noticias: https://youtu.be/Drnt0hWXoEI

Cerrón , V. (2020). Perú Libre. Ideario y Programa . Huancayo: Servicios Gráficos y Publicidad Bryan.

De Soto, H., Ghersi, E., & Ghibellini, M. (2009). El Otro Sendero. Lima: Grupo Editorial Norma.

Francke, P. (2 de Septiembre de 2021). Ministro Pedro Francke presentó el presupuesto 2022 en el Congreso de la República. (You Tube) Obtenido de Ministerio de Economía y Finanzas del Perú: https://youtu.be/c8IL24Fpq20

Marx, K., & Engels, F. (2001, 2019). Manifiesto Comunista. Madrid: Alianza Editorial.

MINEDU. (20 de Agosto de 2021). Decreto Supremo N°014-2021-MINEDU. El Peruano, XXXVIII(16173), págs. 20-21.Smith, A. (2019). La Riqueza de las Naciones. Lima: Ediciones DODI.


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