Friedrich A. Hayek fue, es y probablemente seguirá siendo uno de los exponentes más importantes en el campo de estudio de la corriente liberal, sus aportaciones no solo han sumado valor a la economía y a la filosofía sino que han sido retomadas por muchos estudiosos del Derecho y de la política económica, fabricando innumerables menciones y reconocimientos en las obras de dichos estudiosos.
Hayek tenía en claro que para gozar de libertad plena no solo se requería de un cierto conocimiento sobre el cómo actuar ante los contratiempos presentados por un ecosistema social, que por lo general transitaba por dos extremos; el bien y el mal, sino que también se necesita de una responsabilidad sólida y consciente por parte del individuo que ejecutaba dicha acción, ¿Por qué Hayek consideró a la responsabilidad como aliado de la libertad? ¿Qué tan fundamental es el papel de la responsabilidad hoy en día si lo que buscamos es un futuro más libre?
Friedrich Hayek nos ha dejado valiosas lecciones a los amantes de la libertad y sin duda muchas de éstas presentan ejercicios de reflexión que son de gran interés para el progreso de la misma, al atender el estado de meditación respecto a dichas lecciones es probable que maquinemos ciertas inquietudes que nos transportaran a temas que quizá nunca habrían sido atendidos o al menos concebidos con la estimación debida.
Cuando prestamos mayor atención a los pensamientos que Hayek, en su obra, “Los fundamentos de la libertad” nos redactó podemos adoptar cierto aire de turbación y hasta de similitud con lo que se vive en fechas actuales:
“Es indudable que mucha gente está temerosa de la libertad, porque la oportunidad para hacer la propia vida significa también una incesante tarea, una disciplina que el hombre debe imponerse a sí mismo para lograr sus fines”.
Y es que seguramente el lector podrá percibir la misma trama que Hayek pareció vivir si la comparamos con lo que enfrentamos al justificar la defensa de la libertad, si esto es como lo acabo de describir ¿por qué pareciese que nada ha cambiado desde la época en que Hayek publicó su obra (1960) hasta nuestros días? ¿De verdad sigue existiendo la misma desconfianza a la libertad? Pues eso me lo parece, al menos con muchas personas, si bien es cierto que de 1960 a 2020 se ha progresado muchísimo en el ámbito de las libertades individuales también habrá que tomar en cuenta que en muchos sitios del globo terráqueo esas mismas libertades individuales se vieron vulneradas debido a los distintos regímenes gubernamentales que han tenido lugar, y es que mientras más disminuye el campo de acción del ciudadano por lo general el campo de acción del sistema gubernamental en turno va aumentando ¿Qué pasa si siento aberración por una responsabilidad de mis acciones? Lo más probable es que otros terminen haciéndose responsable de las mismas, el hecho en cuestión postulado acá no es cosa mía, no es una idea que me la haya sacado recién, de hecho fue comentada ya hace años por un pensador liberal ¿Su nombre? Friedrich Hayek:
“La complementariedad de libertad y responsabilidad significa que las razones en favor de la libertad se aplican sólo a aquellos a quienes se les puede imputar responsabilidad y no pueden atribuirse a los niños, a los idiotas a los locos; presupone que una persona es capaz de aprender de la experiencia y de guiar sus acciones por el conocimiento así adquirido; es inválida para aquellas que todavía no han aprendido suficientemente o son incapaces de aprender”.
Sustentado en lo anterior podemos dilucidar que en efecto, para poder hacerte responsable de tus acciones debes estar facultado con una madurez mental y con cierto conocimiento que pueda generar conciencia respecto a los actos que lleves a cabo y a los efectos que de ellos emanen.
Esto se contempla de manera positiva en el Derecho Penal Mexicano recibiendo la denominación de “Causas de Inimputabilidad” que por cuestión de espacio trataré de abordar dicho tema en otra ocasión, quedando esto aclarado nos hace falta ahora encontrar a la persona que asumirá la responsabilidad de los actos realizados por parte de los sujetos inimputables, aunque cuestiones legales esto es de mucha utilidad en el entendimiento de Hayek para con el tema de la responsabilidad tanto así que el mismo autor lo explica en líneas posteriores al párrafo recién citado:
“En las relaciones personales la transición de la tutela a la completa responsabilidad puede ser gradual e indistinta, y aquellas formas más leves de coacción que existen entre los individuos – en las que no debe de interferir el Estado- pueden ajustarse a grados de responsabilidad. Ahora bien, política y legalmente, para que la libertad sea efectiva, la diferenciación debe establecerse clara y definitivamente y venir determinada por reglas generales impersonales”.
Como lo mencioné en párrafos anteriores, en el supuesto de que una persona que haya cometido determinada falta por sus acciones sea considerada legalmente como un sujeto inimputable derivará en una responsabilidad que no podrá recaer en un sujeto, es decir, no habrá quien enfrente dichos cargos, para esto la normativa ha contemplado la figura del tutor que es la denominación que recibe el sujeto que se encarga de la protección y cuidado de otra persona que es menor de edad o que sufre de alguna capacidad mental que lo limite en reconocer los alcances que puedan tener sus actos, en este supuesto el tutor será quien absorba la carga de la responsabilidad del inimputable, al igual que la figura de causa de inimputabilidad este es un tema bastante profundo que me lo guardaré para otra ocasión, a fin de no provocar somnolencia al lector por temas tan técnicos.
Retomando las ideas del pensador austriaco y contestando a una de las preguntas hechas en la introducción de ¿Por qué Hayek consideró a la responsabilidad como aliado de la libertad? Es el mismo autor de la obra “El camino a la Servidumbre” el que nos lo explica en la obra a la que hemos elegido para este estudio:
“La libertad de acción que constituye la condición del mérito moral, incluye asimismo la libertad de actuar mal. Nosotros únicamente alabamos o censuramos cuando la persona tiene oportunidad de escoger, cuando su acatamiento de una norma no se obtiene por la fuerza, sino meramente por voluntaria decisión.”
Y finalmente sentencia la idea con:
“(…) la principal razón de la responsabilidad de nuestras decisiones es llamar nuestra atención hacia las causas de los sucesos que dependen de nuestras acciones. La principal función de la creencia en la responsabilidad individual es hacer que utilicemos nuestro propio conocimiento y capacidad hasta el máximo en la consecución de nuestros fines”.
Hayek ya tiene su lugar ganado en el pedestal de los grandes pensadores liberales, a lado de figuras de renombre que han cimentado las ideas que hoy atesoramos, pero para seguir en consecución de una mejora es necesario que nosotros tomemos el papel de los protagonistas y demos no solo solución a la pregunta del inicio; ¿Qué tan fundamental es el papel de la responsabilidad hoy en día si lo que buscamos es un futuro más libre? Sino que pongamos en marcha nuestras propias acciones encaminadas a ese fin en común (un futuro más libre) al mismo tiempo que nos hacemos responsables por esos actos.
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