La conciencia histórica pueden ser definida como la relevancia del proceso de transformación cultural por el cual atraviesa nuestra racionalidad humana. Feyerabend hablaba de las distintas racionalidades en tanto formas de conocimiento no sólamente sujetas a la ciencia. Kuhn rechaza la racionalidad algorítmica y buscaba un proceso hermenéutico. Para muchos con este párrafo ya soy un relativista y un pos-moderno. Los adalides de la todopoderosa razón caen en su propia trampa. Idealizan lo racional: se vuelven irracionales.
Brian Frojmowicz
Coordinador Eslibertad, estudiante de Ciencias Políticas de Universidad del CEMA.
Somos seres históricos. Negar la determinación cultural en términos de acontecimiento de la historia que definen nuestro devenir es ingenuidad. Muchas veces nos negamos a observar nuevos autores y diversas perspectivas por miedo a lo distinto. Hablamos con formas maniqueas. Kant era un posmoderno. Popper era un posmoderno. Y asi… Escribo en defensa de la conciencia histórica sin caer en historicismos pero con la pretensión de no permitir un liberalismo cientificista.
Entender la importancia de “lo cultural”, no significa relativismo cultural. Uno puede partir desde Kant donde existe un noúmeno como cosa en sí y aparecen categorías a-priori. Cómo Kant podría ser posmoderno sí afirma la existencia de lo independiente del sujeto… Uno puede apelar a Husserl y proponer el mundo de la vida, como síntesis del sujeto con su realidad. El sujeto existe, es real. A su vez mi existencia se determina por un otro que posee su mundo de la vida. No hay negación de la verdad ya que está se funda en la existencia del Ser.
Ya he afirmado en otra columna( https://www.studentsforliberty.org/2019/10/12/mandamiento_universal_frente_relativismo_cultural) que la perspectiva abierta, diaĺogica, conjetural, con conciencia de riesgo y demases no es caer en “Todo es lo mismo”. Un proceso que se funda en lo humano como realidad no puede negar la realidad. La conciencia de sí mismo es un proceso autofundante.
La tentativa positivista es profundamente acérrima a los juegos filosóficos expresados en los párrafos anteriores. Comte inauguró un proceso conocimiento como “lo experimental”. Mill afirmaba que las ciencias eran inductivas. De lo particular se elaboran leyes generales. Lo observable era la verdad. Los neo-positivistas rechazan la metafísica ya que no puede ser probada empíricamente y por tanto no sería conocimiento: no representaba nada. El positivismo y sus derivados buscaban la extrapolación de sus visiones a las ciencias sociales. Dado que su ciencia era la de “los hechos” y estos se obtenían por medio de lo “científico”, sería posible elaborar leyes científicas de la evolución social. Constructivismo puro y duro.
Darwin planteó su hipótesis de la evolución mediante la recopilación de datos. Todo estaba allí. El generó conocimiento al buen estilo positivista.( aunque Popper diría que la carga teórica de la base empírica estaba presente). Durante fines de siglo XIX comenzó el darwinismo social que coincidió con la búsqueda de cientificidad de lo social. Es una deformación de Darwin pero la consecuencia lógica de una biologización de la sociedad en términos de asemejar la sociedad como un testeo empírico. El conjunto de ciudadanos formaban el corpus social que se asumía como un cuerpo y los ciudadanos debían ser protegidos de las bacterias( los judíos en el caso Nazi que se les decía: parásitos). La práctica cientificista elaboró exaltación y pretensión de previsibilidad de lo social: negación pura de la espontaneidad.
El mismo Engels con su Socialismo Científico buscaba establecer un método determinado para alcanzar la sociedad sin clases. Si se seguía dicha praxis fundada en “lo científico”, fin de la historia. Althusser hablaba sobre la determinación económica y las estructuras objetivas basadas en las relaciones materiales de existencia. Lo cultural, lo superestructural era mero resultado de las fuerzas económicas cuyo sustento era la base empírica( consolidada en el materialismo histórico). El pensador francés adscribía la fase praxeológica de Marx y rechazaba el hegelianismo.
Tampoco debemos caer en el historicismo que denuncian Hayek y Popper. El rechazo de lo natural, lo objetivo, lo universal, puede llevar al extremo de otorgarle tal grado de determinación a la historia que nos habilitaría elaborar “Inexorables leyes de la historia” que en otras palabras serían “Inexorables leyes de la evolución social”. En esa etapa veían a Marx cuyo fundamento el hegelianismo dialéctico y la lucha de clases como proceso eterno derivaba en predicción de futuro. Sebreli rechaza esa visión afirmando que Marx y Hegel nunca fueron deterministas y que la dialéctica hegeliana era de carácter espontáneo( para pensar en relación a Hayek)
El marxismo-leninismo que no es lo mismo que Marx según muchos, establece la dialéctica materialista( materialismo dialéctico) que pretende una ciencia de lo histórico. De otra manera se podría decir que los soviéticos sustentaban la evolución de la sociedad, con basamento en la idea de tesis-síntesis-antítesis pero con determinación única de las relaciones materiales de existencia. Si asumimos la interpretación de Sebreli estaríamos ante una contradicción en sus términos. En todo caso la dialéctica materialista es un producto peligroso.
En síntesis, tenemos que argumentar en términos históricos sin caer en el historicismo. No debemos quedarnos en la pretensión positivista que conlleva una dialéctica cientificista. El positivismo y el historicismo son bien distintos y sin embargo se parecen. Su producto constructivista nos debe preocupar pero no llevarnos a la negación de lo cultural que es en sí, humanidad.
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