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Una reflexión sobre la discusión entre marxistas culturales y lobos conservadores

En este actual entorno de discusiones liberales o libertarias, en el que parece totalmente antagónicos dos partes en una discusión de libertarios como si se tratara de un debate entre un comunista radical y un anarcocapitalista de lo más extremo que se pueda imaginar, me parece que hace falta conversar.


Por ejemplo, el caso de liberales que se solidarizan con grupos históricamente discriminados. Nunca falta el dogmático radicalizado que no duda en tacharlo de liberprogre o demás etiquetas que no generan conversaciones intelectualmente productivas. Y al revés también, en el caso de liberales creyentes o personas que simplemente son más conservadoras —no en el sentido político, sino moral— que no les gusta quedar neutral moralmente al dar una opinión; aparece el liberal arrogante a ridiculizar al disidente. 

Desde que conozco las ideas de la libertad y aportó a la causa por un mundo más libre, ha sido y sigue siendo un proceso de evolución intelectual en el que voy contrastando mis ideas con otras hasta muy ajenas a mi línea de pensamiento; pero siempre abierto al diálogo y ganas de aprender. Estar abierto al diálogo,  humildad intelectual para darse cuenta de teorías o premisas erradas o tal vez, solo incompletas es una de las claves para el avance de las ciencias. 

Una de mis mayores influencias en este sentido es el Dr. Gabriel Zanotti. El profesor Zanotti tiene un artículo titulado: «Por qué no soy conservador, aunque sí conversador» en una respuesta indirecta al libro de Gloria Álvarez «Cómo hablar con un conservador», que me parece excelente y recomendado para el propósito de mi pequeño artículo.

El título del artículo del Dr. Zanotti  es perfecto y es a lo que intento llegar con este corto ensayo: conversar, tener una discusión de aprendizaje intelectual. Y por último podemos no estar de acuerdo, pero sería mejor si nos tratamos con respeto.

Hablando de respetar al disidente, que no sería lo mismo que adherir al argumento contrario; está muy de moda esto del derecho a ofender que me parece no es nada productivo al intercambio de ideas. 

Esto sobre todo se da en el «nuevo conservadurismo» o «nueva derecha» que me parece que por un justo argumento contra la corrección política estatal en contra de la libertad de expresión, esta «nueva derecha» se pasó al otro extremo. Que en realidad, más que todo son personas que repiten sin crítica o profundización alguna a pensadores como Agustín Laje, entre otros. 

Voy a dar un ejemplo para mi crítica con esta gente. En la situación de personas que sufren por no sentirse a gusto con su identidad  sexual y reciben asistencia médica para ayudarles a «reencontrarse» o autopercibirse como lo que quieren ser. (Hormonizaciones) En este caso, los seguidores de la «nueva derecha» no dudarían en ejercer su «derecho a ofender» al no querer usar un pronombre de acuerdo a la autopercepción de una persona transgénero. 

Sé que —aunque sea políticamente incorrecto— una mujer transgénero es y será un hombre, sé que un hombre transgénero es y será una mujer; pero si un transgénero pide que se lo llame por el pronombre con el que se percibe, sugeriría respetarlo.

Eso no significa que una persona transgénero pueda usar el poder coactivo del Estado para obligar a los demás a aceptar su autopercepción. Cuando digo que deberíamos tolerarlo y respetarlo es más una recomendación ética, si se quiere, para convivir con los demás y evitar conflictos. 

Los seguidores de la «nueva derecha» argumentan en nombre de valores morales, pero se olvidan de valores morales como el respeto y la tolerancia. Es muy hipócrita hablar de valores morales y al mismo tiempo ser un bullying contra otras formas de vida. He llegado a ver hasta  una cierta reivindicación al bullying por parte de estas personas.

Pienso que, todas las leyes deben ser morales pero, no toda moral debe ser legislada. Esos valores morales no legislados debemos promover. El respeto y la tolerancia con otras formas de vida. El respeto es fundamental en este tema de debates entre liberales si se quiere llegar a un intercambio de ideas intelectualmente productivo. 

Ahora que toqué el tema de los valores morales, me gustaría hacer una breve crítica hacia el otro tipo de liberal «amoral» que, desde mi subjetividad, pienso que éstos se sienten en una posición intelectual superior por criticar a todo aquel que haga juicios morales llamándolo «lobo conservador», peor aún si el «lobo conservador» es cristiano. 

Para los liberales de este tipo, todo lo que un privado haga o promueva, vale y no puede ser criticado moralmente. El liberal que se atreva a dar un juicio moral pasa a ser un «lobo conservador». Pareciera que ser liberal es estar a favor moralmente de todo lo que se te ponga en frente, y cuanto más contracultural mejor.

La pregunta es: ¿Un liberal puede tener valores morales bien arraigados y no pasar a ser un conservador? ¡Claro que sí! Los valores morales son esas tradiciones, costumbres o hábitos heredados que han permitido el desarrollo de la civilización y son el sostén de ésta. Las tradiciones morales no surgieron de manera deliberada, sino de manera espontánea y evolutiva. 

El problema está cuando el Estado quiere legislar esos valores morales, como por ejemplo imponernos una ética cristiana, etc. Y un liberal que crea que el Estado deba imponer un orden moral no es liberal.

La nueva derecha suele mencionar  a Hayek como en una especie de falacia de autoridad para avalar sus tendencias autoritarias de estatismo moral. Pero Hayek no era conservador. Si bien le da mucha importancia a los valores morales, él nunca estuvo de acuerdo con imponerlos a través del Estado. 

«La selección de individuos y grupos que lograrán el éxito y continuarán existiendo depende tanto de los fines que persigan y los valores que gobiernan sus acciones como de los instrumentos y actitudes de que dispongan. El que un grupo prospere o se extinga depende tanto del código ético al que obedece o de los ideales de belleza o bienestar que le guían como del grado en que ha aprendido o no a satisfacer sus necesidades materiales. Dentro de una determinada sociedad, grupos particulares pueden prosperar o decaer de acuerdo con los fines que persigan y el tipo de conducta que observen. Y asimismo los fines de los grupos que hayan tenido éxito tenderán a ser los de todos los miembros de la sociedad.

A lo más, entendemos tan sólo parcialmente por qué los valores que mantenemos o las reglas éticas que observamos contribuyen a conservar la existencia de nuestra sociedad, pero no podemos contar con la seguridad de que en condiciones constantemente mudables todas las reglas que han demostrado su capacidad para conducir a la consecución de ciertos fines continuarán siendo efectivas.» página 84, Los fundamentos de la libertad, F.A. Hayek.

Los códigos morales son evolutivos porque compiten con otras reglas morales que van surgiendo en la sociedad. También, los códigos morales que heredan los hijos de sus padres, van evolucionando espontáneamente, puliendo o eliminando hábitos  aprendidos en el entorno familiar. 

El Estado no debe interferir en ese proceso evolutivo, imponiendo una moral única para todos. 

En conclusión, se deberían dejar de lado esas etiquetas apresuradas que no aportan al diálogo intelectualmente productivo. Se puede promover el respeto a los derechos de los homosexuales, transgéneros, etc; y no ser un «marxista cultural». Como también pueden haber liberales que defiendan y promuevan códigos morales de una civilización, no imponiéndose por la fuerza,  y no ser un «lobo conservador». 

Por último, tenemos que recordar que el liberal aboga por las libertades individuales. No hay tal cosa como liberal en lo económico y conservador —en el sentido político— en lo cultural. El liberalismo no se corta en tajos.


Esta publicación expresa únicamente la opinión del autor y no necesariamente representa la posición de Students For Liberty Inc. En el Blog EsLibertad estamos comprometidos con la defensa de la libertad de expresión y la promoción del debate de las ideas. Pueden escribirnos al correo [email protected] para conocer más de esta iniciativa.

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